La destacada escritora Virginia Vidal se basa en Agustina Itirriaga, un caso real de una salteadora del s XIX, para construir un relato sobre quienes se sublevaron contra la Corona, los realistas, como contra los abusos de muchos patriotas. O de manera más precisa, contra todos quienes abusaron contra los pobres, los oprimidos.
Agustina la salteadora a la sombra de Manuel Rodríguez (Ceibo Ediciones) es un relato lleno de datos y personajes históricos, para ir construyendo un discurso político, una mirada, estimulante y provocador: el centro está en los derechos de todos, en especial de pobres, marginados, trabajadores, mujeres, niños e indígenas, más que en quién detenta el poder.
Así, denuncia el “gatopardismo” de nuestra Independencia y de quienes se impusieron en ella, y defiende a Manuel Rodríguez y a Carrera, a los Pincheira y otros salteadores que fueron consecuentes en defender a los oprimidos o se sublevaron ante los abusos.
A través de la historia de Agustina va (re)construyendo este mundo difícil de entender, para la protagonista como posiblemente para muchos lectores, donde la mirada se construye desde los marginados, los oprimidos.
Agustina la salteadora a la sombra de Manuel Rodríguez es un libro interesante, estimulante, aunque no exento de algunas falencias, como es el tener varios errores de edición (frases que terminan con una coma, una frase cortada, otra que se repite…), un lenguaje a ratos un poco forzado o, al menos, lejano a lo imaginamos era el de esas personas con poca o nula instrucción o lo que podría ser el de ellos hoy.
Pero, para nosotros, la mayor debilidad del libro reside en una mirada de Agustina, de estos salteadores, de los Pincheiras, al estilo buen salvaje. Al ser idealizados pierden realidad, parecen lejanos y se hacen menos creíbles.
