Viera-Gallo, Jarpa y Vicuña en muestra colectiva de artistas latinoamericanos en Nueva York

Detalle de La emigrante, Manuela Viera-Gallo (c)
Detalle de La emigrante, Manuela Viera-Gallo (c)
visitas

“No tenemos nada que ocultar: el paisaje femenino de 12 artistas latinoamericanas” es el nombre de la muestra en la que participarán las destacadas artistas visuales Manuela Viera – Gallo, Voluspa Jarpa y Cecilia Vicuña como representantes chilenas en esta muestra que se inaugura el 1 de marzo.

En ella participan 12 artistas visuales de Colombia, México, Perú, Brasil, Uruguay, Guatemala y Chile, para entregar en Nueva York, una muestra colectiva sobre el paisaje social contemporáneo del continente.

La artista visual chilena radicada en Nueva York), Manuela Viera – Gallo, junto a Mónika Bravo de Colombia, se encuentran en estos momentos preparando la muestra colectiva en la que participan como curadoras y artista (la primera) y que se exhibirá en la Galería Kinz + Tillou Fine Art, del 1 de marzo al 18 de abril.

Participan además Voluspa Jarpa y Cecilia Vicuña (Chile), Silvina Arismendi (Uruguay), Mónika Bravo (Colombia), Tania Candiani (México), Carolina Caycedo (Colombia), Nicole Franchy (Perú), Regina José Galindo (Guatemala), Mari Juliano (Brasil), Jessica Sofía Mitrani (Colombia), y Milagros de la Torre (Perú).

Dos de estas artistas representarán a sus países de origen, en la Bienal de Venecia 2015.

“No tenemos nada que ocultar: el paisaje femenino de 12 artistas latinoamericanas” es una muestra que desde la identidad de género reflexiona sobre el paisaje social basado en una sociedad contemporánea de las Américas que tiene profundas raíces en culturas ancestrales que hasta aún hoy sobreviven en rituales, creencias y tradiciones.

En dicho contexto, las creadoras representan a una Latinoamérica que quiere hablar con voz propia y a todo pulmón, sin tapujos ni inhibiciones, construyendo un discurso visual a modo de pulsión que sacude de diversas maneras. Es el grito de una sociedad en un estado de agitación que apunta a superar la exclusión social y la discriminación, y que canaliza los susurros de los inmigrantes y jóvenes sin esperanza en el horizonte, así como la lamentación de los pueblos indígenas que viven entre el asfalto y el vértigo.

Las capitales latinoamericanas – que con planes de urbanismo carentes de estructura y orden concentran a millones de personas inorgánicamente – también están presentes en la reflexión a la que las artistas suman una energía femenina como estrategia de supervivencia a la constante decepción del sistema capitalista imperante. Y desde una diversidad y mixtura de expresiones, soportes y materialidades propias de las artes visuales en el Siglo XXI, la propuesta señala la orfandad de las nuevas sociedades desmanteladas de sentido, contradictorias y preñadas de violencia. Estas revelan el fracaso del colonialismo y su ilusión de eliminar la diversidad forzando a la asimilación de una identidad comprada, compleja y difícil de descifrar y representar.

Un propósito transversal del proyecto es interpelar al visitante a decodificar esta suerte de radiografía social y cumplimiento de “lo que es” — una cruda realidad frente a la utopía de un continente “que ha sido descubierto”, de un continente dominado por el capitalismo, de un continente que desesperadamente busca un espacio para develar su identidad propia, desde la premisa que América Latin no se ha dormido después de haber conquistado la democracia y haber derrotado el tiempo de las dictaduras; Todavía resiste al abuso y la injusticia, resiste la hipocresía del poder, y demanda transparencia y participación en la toma de decisiones.

    visitas

“No tenemos nada que ocultar: el paisaje femenino de 12 artistas latinoamericanas” es el nombre de la muestra en la que participarán las destacadas artistas visuales Manuela Viera – Gallo, Voluspa Jarpa y Cecilia Vicuña como representantes chilenas en esta muestra que se inaugura el 1 de marzo.

En ella participan 12 artistas visuales de Colombia, México, Perú, Brasil, Uruguay, Guatemala y Chile, para entregar en Nueva York, una muestra colectiva sobre el paisaje social contemporáneo del continente.

La artista visual chilena radicada en Nueva York), Manuela Viera – Gallo, junto a Mónika Bravo de Colombia, se encuentran en estos momentos preparando la muestra colectiva en la que participan como curadoras y artista (la primera) y que se exhibirá en la Galería Kinz + Tillou Fine Art, del 1 de marzo al 18 de abril.

Participan además Voluspa Jarpa y Cecilia Vicuña (Chile), Silvina Arismendi (Uruguay), Mónika Bravo (Colombia), Tania Candiani (México), Carolina Caycedo (Colombia), Nicole Franchy (Perú), Regina José Galindo (Guatemala), Mari Juliano (Brasil), Jessica Sofía Mitrani (Colombia), y Milagros de la Torre (Perú).

Dos de estas artistas representarán a sus países de origen, en la Bienal de Venecia 2015.

“No tenemos nada que ocultar: el paisaje femenino de 12 artistas latinoamericanas” es una muestra que desde la identidad de género reflexiona sobre el paisaje social basado en una sociedad contemporánea de las Américas que tiene profundas raíces en culturas ancestrales que hasta aún hoy sobreviven en rituales, creencias y tradiciones.

En dicho contexto, las creadoras representan a una Latinoamérica que quiere hablar con voz propia y a todo pulmón, sin tapujos ni inhibiciones, construyendo un discurso visual a modo de pulsión que sacude de diversas maneras. Es el grito de una sociedad en un estado de agitación que apunta a superar la exclusión social y la discriminación, y que canaliza los susurros de los inmigrantes y jóvenes sin esperanza en el horizonte, así como la lamentación de los pueblos indígenas que viven entre el asfalto y el vértigo.

Las capitales latinoamericanas – que con planes de urbanismo carentes de estructura y orden concentran a millones de personas inorgánicamente – también están presentes en la reflexión a la que las artistas suman una energía femenina como estrategia de supervivencia a la constante decepción del sistema capitalista imperante. Y desde una diversidad y mixtura de expresiones, soportes y materialidades propias de las artes visuales en el Siglo XXI, la propuesta señala la orfandad de las nuevas sociedades desmanteladas de sentido, contradictorias y preñadas de violencia. Estas revelan el fracaso del colonialismo y su ilusión de eliminar la diversidad forzando a la asimilación de una identidad comprada, compleja y difícil de descifrar y representar.

Un propósito transversal del proyecto es interpelar al visitante a decodificar esta suerte de radiografía social y cumplimiento de “lo que es” — una cruda realidad frente a la utopía de un continente “que ha sido descubierto”, de un continente dominado por el capitalismo, de un continente que desesperadamente busca un espacio para develar su identidad propia, desde la premisa que América Latin no se ha dormido después de haber conquistado la democracia y haber derrotado el tiempo de las dictaduras; Todavía resiste al abuso y la injusticia, resiste la hipocresía del poder, y demanda transparencia y participación en la toma de decisiones.