Fue un desafortunado suceso que, a juzgar por la reacción de los trabajadores del lugar, tomó por sorpresa a todos.
El accidente
Era un domingo de trabajo activo en la Isla San Cristóbal, parte de las Galápagos.
Un video es el más fiel registro de lo que ocurrió. Una grúa sufrió un desperfecto mecánico. Sujetaba un enorme contenedor, con un generador eléctrico en su interior. La carga se desprendió, cayendo al mar sin ningún remedio.
La grúa fue lo segundo en desplomarse hacia el océano. Acto seguido, se ve a la embarcación identificada como “Orca”, sucumbir por alcance. Los trabajadores saltaron para salvar sus vidas y se sabe que uno de ellos resultó con lesiones leves en el intento.
600 galones de diesel o 2.200 litros del combustible, cayeron también al agua. La tragedia ya se vislumbraba de impacto directo al ecosistema.
“Se observa derrame de combustible, la tripulación de la barcaza se lanza al mar para salvaguardar sus vidas”, aseguraban preliminarmente las autoridades marítimas a 1.000 kilómetros al este del territorio continental ecuatoriano.
El operativo ante los posibles daños
Dada la cantidad de combustible que estaba en la embarcación, se desplegó un operativo en la zona del posible derramamiento.
El Comité de Operaciones de Emergencias se adentró hasta el lugar donde ocurrió el accidente para hacer un recuento de daños.
“Se están haciendo las labores de recuperación de ese diésel y con posterioridad vendrá el proceso de reflotamiento”, aseguraba el responsable del gobierno ecuatoriano en las Galápagos, identificado como Norman Wray.
Hicieron uso de unos paños absorbentes de hidrocarburos. La elaboración de diques de contención por si el diesel salía de la embarcación también era parte de la estrategia para evitar que el combustible hiciera de las suyas en el ecosistema, claro está tras la negligencia humana.
Al parecer, el contenido no salió a flote generando derramamiento. Al menos, ese era el reporte a unas horas del accidente.
Los resultados
“Se ha tomado control de la situación y se han desplegado un conjunto de acciones para mitigar los posibles impactos”. Era uno de los párrafos del comunicado que desplegó una preocupada secretaría de Comunicación de la Presidencia. Después de todo, se trata de una zona considerada Patrimonio Natural de la Humanidad.
El lunes continuaban los trabajos para recuperar la embarcación con el combustible, la enorme grúa, un generador eléctrico y el contenedor que fue el primer en caer al mar.
Se sabe preliminarmente que el peso de este último no era el adecuado para la capacidad de la grúa.
Se ha ordenado una investigación al respecto para deducir responsabilidades de un accidente laboral que estuvo a punto de pasarle una enorme factura a las Islas Galápagos. Parte de esta reserva de la biósfera, sirvió al naturalista británico Charles Darwin para desarrollar la teoría sobre la evolución de las especies.
El Ministro del Ambiente en Ecuador, Raúl Ledezma, se apresuraba ayer a asegurar desde su cuenta de Twitter, que desde el Ejecutivo se llevaron a cabo labores contingentes para evitar un derramamiento mayor de combustible en las célebres islas.
Tras la publicación del funcionario de gobierno, varios tuits elogiaban el trabajo del Estado en respuesta al accidente. Sin embargo, otros eran más críticos asegurando que las embarcaciones que trabajan en el lugar son viejas y no tienen los suficientes resguardos y supervisión, poniendo en riesgo este patrimonio de la humanidad.
Aún así, el gobierno da por controlada la situación.
