Fotografía: Edición: Jaime Silva (BBCL)

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  • Muy de cerca a un socialista renovado, exige la unidad, que se esté a la altura del gran desafío que está en proceso, Camilo Escalona, expresidente del Senado y extimonel del Partido Socialista, asegura que la Convención Constitucional, junto con la redacción de una nueva Constitución, es el principal y más grande objetivo, en décadas, de la oposición.

    También cuestiona a Piñera y lanza un mea culpa frente a su polémica y recordada declaración que vinculaba fumar opio con una Asamblea Constituyente.

    Escalona hoy exige unidad y que se esté a la altura del gran desafío en proceso.

    La Convención Constitucional y la redacción de la nueva Constituciónes el principal y más grande objetivo, en décadas, de la oposición, advierte el ex presidente del Senado y del Partido Socialista (PS).

    Pertenece al club de los políticos chilenos con apellidos que se convirtieron en marca registrada. No necesita Camilo para saber de quien se trata cuando se habla de Escalona.

    “Me llamó la atención que la derecha lo entienda perfectamente bien y me duele que nosotros no tengamos esa capacidad de entendimiento”, sostiene medio apesadumbrado en entrevista con BioBioChile.

    Una Convención Constitucional, un símil de una Asamblea Constituyente (AC), que hace 8 años, a mediados de 2012, un acalorado senador, como líder de la Cámara Alta, dijo era “fumar opio”.

    “Fue una mala frase, fue una mala frase, pero ocurrió lo que esa mala frase decía, Piñera no convocó a una Asamblea Constituyente ni el 2012, en su primer gobierno, ni en el actual tampoco, la Convención Constitucional es fruto del estallido social que se inició el 18 de octubre, solo esa precisión. Dije que Piñera no la iba a convocar, con una mala frase”, dice el histórico Escalona, hoy con voz renovada.

    “Piñera exacerba la rabia”

    Y no solo explica su cuestionada aseveración, sino que también critica duramente al Presidente Sebastián Piñera, cuyo Gobierno, asegura, “está deslegitimado” por falta de apoyo y muchos desaciertos.

    Incluso, le quita piso a la defensa que hace el también PS senador Carlos Montes, quien hace algunas semanas, ante la propuesta de adelantar las elecciones presidenciales, señaló a BBCL que “Piñera lo hace muy mal, pero no por eso hay que derrocarlo”.

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    Por mucho que Van Rysselberghe ande derrochando arrogancia, la historia registra un documento en que ella, junto a los principales partidos del sistema institucional del país, firmó enterrar la Constitución que redactó Jaime Guzmán”.
    - Camilo Escalona, exsenador del PS

    “No estoy de acuerdo, no comparto la frase del senador Montes, a nosotros no nos corresponde defender a Piñera, de ninguna manera y en ningún caso, aparecer avalando su absoluta irresponsabilidad para gobernar” replicó.

    -Cuando surge ese proyecto de adelantar elecciones presidenciales, ¿Qué se le vino a la cabeza?
    Cuando miro que Piñera exacerba la rabia de la opinión pública, paseándose por la playa sin mascarilla, generando burdas provocaciones al estado de ánimo del 90% de la población, me explico que surjan esas posibilidades. Piñera no tiene conciencia del descalabro de su propio gobierno y alimenta la irritación de la mayoría de la sociedad. Hay un amplio sector de la opinión pública que esperaría que hubieran adelantado las elecciones presidenciales, pero eso ya no se hizo. No se pactó en el conjunto de reformas constitucionales de noviembre de 2019, no hay como instrumentalizarlo.

    -Entonces…
    Al igual que mucha gente, pienso que hemos vivido dos años con un presidente deslegitimado completamente. Desde el 19 de octubre del 2019 hasta marzo de 2022, el país vive con un Presidente que no tiene el respaldo social, político que se necesita para el cumplimiento de sus funciones.

    -En una de las últimas encuestas, el Presidente marca un 7% de respaldo a su mandato.
    En el periodo post dictadura en América Latina, hubo gobiernos que estuvieron con un 6 o 7% de apoyo, por ejemplo, el caso de Toledo en Perú y la etapa final de esos gobiernos fueron muy difíciles, pero las personas tenían conciencia de la dificultad. En el caso de Piñera, exhibe una inconciencia, el egocentrismo con que actúa lo lleva a cometer acciones provocadoras. Ese es el problema principal que tenemos, vamos a vivir más de un año una situación que es contra natura, de un presidente que no tiene el respaldo suficiente para ejercer sus funciones.

    Ayer y hoy

    -Hace pocos días hubo una crítica al senador José Miguel Insulza a quien lo mandaron a cambiarse pañales, por ejemplo, por su rol durante los gobiernos de la Concertación, ¿hay un desprecio a los políticos de esa época?
    Quién esté libre de pecado que lance la primera piedra. En política no hay infalibles, no existen esos protagonistas, que nos descalificamos unos a otros, no tiene sentido. Por cierto que valoro la historia de José Miguel Insulza y Pamela Jiles. Así como se busca lo malo, tenemos que ser capaces de buscar lo bueno, lo rescatable, un patrimonio de lucha de 50 años, que no tiene ningún movimiento de izquierda en el mundo.

    -¿Para dónde va la oposición?
    Hay un objetivo común que es generar una nueva Constitución, nacida en democracia y capaz de dejar atrás a la de 1980. Tenemos que ser capaces que la Convención Constitucional pueda, democráticamente y en una amplio debate ciudadano, lograr en un nuevo texto que reemplace el Estado subsidiario por un Estado social. Eso nos exige tener unidad y lograr la mayor cantidad de constituyentes, actuar en conjunto en sus deliberaciones, que los centros de estudios puedan hacer aportes a esos debates.

    -Constantes roces, disputas internas, escaso tiempo, de cara al 11 de abril, ¿habrá unidad?
    El plazo del 11 de enero es importante, pero no el fin del camino. Ojalá tuviéramos una sola lista, si no es así máximo dos, pero eso, simplemente, es una acción administrativa, la inscripción de candidatos. Hay muchas otras tareas por delante, como los contenidos en que se va a trabajar en esa Convención Constitucional, no es tiempo de satanizarnos los unos a los otros.

    -¿Hay falta de liderazgos en la oposición?, uno que sea capaz de unir todo….
    En Chile no hay liderazgos mesiánicos, como dirigente secundario tengo el orgullo de haber conocido a Salvador Allende, hombre de carne y hueso, que pasó a la historia porque formuló algo que nadie había sido capaz de hacer, una vía chilena que uniera socialismo y democracia. Pero, el año 1970 no todos estaban de acuerdo con su candidatura, no fue una figura mesiánica, es un líder de las circunstancias históricas en las que vivió. En Chile no tenemos que buscar la figura providencial, tenemos que construir un proyecto colectivo y surgirá una figura que tome la tarea de transformarse en un candidato común para las elecciones presidenciales.

    -Un tercio que podrá vetar a los otros dos tercios…
    Creo que la ultra derecha no va a tener un tercio para vetar y dejar atrás el estado subsidiario, porque se redacta un texto nuevo, de manera que aquel que diga que el Estado debe estar impotente para poder influir en el desarrollo del país, no va a tener un tercio.

    “Me equivoqué”

    -Es muy recordada su frase de que una Asamblea Constituyente era fumar opio…
    No, yo no dije eso, lo está desfigurando…

    -Pero, usted entiende, sabe a qué nos referimos….
    Fue una mala frase, fue una mala frase, pero ocurrió lo que esa mala frase decía, Piñera no convocó a una Asamblea Constituyente ni el 2012, en su primer gobierno, ni en el actual tampoco, la Convención Constitucional es fruto del estallido social que se inició el 18 de octubre, solo esa precisión. Dije que Piñera no lo iba a convocar, no la iba a convocar, con una mala frase.

    -Eso fue en 2012, ¿Qué pasó en estos ocho años?
    En 2012 hay otro hecho, en ese año fui presidente del Senado, lo primero que hice fue solicitar a la Biblioteca del Congreso Nacional un estudio sobre la desigualdad en Chile, eso se reflejó en un libro “Retrato de la desigualdad en Chile”. Mi posición siempre fue esa, si no se enfrentaba la desigualdad el sistema institucional se iba a estremecer. Puede que me haya quedado corto en palabras, porque eso se tradujo en abusos y privilegios que se tradujeron en un estallido social de dimensiones incalculables para el sistema político. No se tomó conciencia, todos los datos están en el libro que impulse, que requería una nueva Constitución, porque la de 1980 no permite enfrentar el tema de fondo.

    -En el contexto de su recordada frase, la hace en 2012 con la perspectiva de un posible aterrizaje y segundo gobierno de la exPresidenta Bachelet, y esa idea la califica como “un salvavidas de plomo” que podría haber incrementado las expectativas de su segundo mandato…
    Pero, no omita la frase clave de esa entrevista, dice “la tarea esencial es enfrentar la desigualdad”, esa era la tarea y no podía solo enfrentarse solo con la coalición de gobierno, sino que con el conjunto del sistema político. No ocurrió ese acuerdo y cuando hubo ese acuerdo fue el 15 de noviembre.

    Arrepentido

    -Pero, igual había un gran respaldo a la exPresidenta Bachelet y no se avanzó …..
    Era muy importante su respaldo en las encuestas, pero del punto de vista de los quórums constitucionales en el Congreso, no alcanzaba ni siquiera para aprobar el financiamiento de la educación superior. No hay que confundir el respaldo de la opinión pública con el peso de las instituciones, por eso la Constitución de 1980 se quebró, no fue posible enfrentar la desigualdad dentro de sus marcos.

    -Se arrepiente de esa “mala frase”…
    No soy soberbio, así que no le voy a responder jamás que no me arrepiento de nada, porque eso es una soberbia. Uno, si tiene conciencia profunda de lo que va pasando, hay un conjunto de hechos, de conductas o decisiones que no las tomaría o las haría diferente. No tengo la soberbia de negar que me equivoqué.

    -No obstante, igual, que se haya equivocado con el resultado que ve hoy, ad portas de una nueva Constitución…
    El pueblo chileno hizo una proeza, que la propia UDI haya llegado al extremo de firmar el documento en que se pone termino a la Constitución de Pinochet es un hecho que nadie pensó que iba a ocurrir. Por mucho que Van Rysselberghe ande derrochando arrogancia, la historia registra un documento en que ella, junto a los principales partidos del sistema institucional del país, firmó enterrar la Constitución que redactó Jaime Guzmán. No me explico que ande recorriendo el país, porque de verdad lo que debería estar haciendo es simplemente asumir ese dato.

    ¿Candidatura?

    Tras varios minutos de conversación, Escalona responde a las dos últimas incógnitas.

    -¿Será candidato a la Asamblea Constitucional?
    No, porque considero que las fuerzas sociales que estuvieron, impulsaron y llevaron adelante el movimiento social y que hace posible el acuerdo del 15 de noviembre, son las que tienen que representarse.

    -¿Y le seduce volver al Congreso?
    El tema legislativo me apasiona, eso no significa que esté pensando en ser candidato de nuevo (aunque no dijo que no).

    Finalmente, como epitafio de su análisis político, solo quedó encima si el PS, su partido, ha tenido un rol preponderante desde octubre del año pasado.

    “No hay ninguna fuerza preponderante, ninguna. No hay ninguna fuerza que pueda decir que la lleva, esa es una pretensión mesiánica que no existe”, finaliza.

    “Escalona, don Camilo”, como se usaba en las antiguas actas de las sesiones del Senado, como antes, también, pocas veces espero escuchar la pregunta completa. Interrumpía apurado por responder. Corriendo siempre, hoy como ayer, impaciente.

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