La selección de Suecia se clasificó sorprendentemente como la primera del Grupo F del Mundial de Rusia, tras arrollar este miércoles por 3-0 a una México, que había levantado muchas ilusiones con su victoria inicial ante Alemania pero que estuvo a punto de vivir una pesadilla, de la que se despertó aliviada por la debacle del actual campeón del mundo.

El equipo escandinavo terminó por trasladar a suelo ruso las sensaciones ofrecidas en su camino hacia su clasificación. Tras acabar con las posibilidades de Holanda, cercenó el sueño de la tetracampeona del mundo Italia en la repesca y ahora pasó como primera por delante del ‘Tri’, vapuleada por los suecos en Ekaterimburgo, y de una campeona del mundo que lo dejó de ser cuando lo tenía todo a su favor.

Fue un partido trepidante, sobre todo en los primeros 45 minutos. Los suecos salieron con las cosas claras y dispuestos a jugar sin ningún tipo de especulación sus opciones y sin mirar lo que pasase en Kazán con la actual campeona del mundo.

Los de Juan Carlos Osorio intentaron no perderle la cara, pero no encontraron el juego con el que habían cortocircuitado a Alemania y derrotado a Corea y que les dejaba muy bien posicionados. Forsberg, en dos ocasiones, y Berg ya habían avisado seriamente la portería de Ochoa, aunque más clara fue la del ‘Tri’, con una rosca de Carlos Vela que se fue por muy poco.

Tras el descanso. México, sin que ni Herrera, Guardado y Layún pudiesen tener la pelota y con Lozano, Vela y ‘Chicharito’ aislados, no se pudo conectar al encuentro y Suecia pudo imponer su superioridad. Un despiste defensivo de los de Osorio les costó el 0-1 en el minuto 51 con el lateral Agustinsson sin marcaje para rematar ante un Ochoa que nada pudo hacer.

El tanto hizo mucho daño al ‘Tri’, que no tuvo tiempo de reaccionar y que poco después recibió el segundo tanto en un penal de Héctor Moreno a Berg que el capitán Granqvist colocó con una precisión excelsa para hacer que los mexicanos definitivamente giraran la cabeza hacia donde Alemania se jugaba su futuro.

Todo parecía que le iba a salir mal a una México donde Edson Álvarez acababa con cualquier atisbo de remontada épica con un desafortunado tanto en arco propio. Osorio sacó todo su arsenal ofensivo en busca de maquillar el marcador, pero fue el contundente derribo del trono de Alemania lo que alivió su destino.