Es considerado un histórico del fútbol mexicano. Rafael Márquez está jugando su quinto Mundial con el ‘Tri’, pero esta vez con una gran particularidad: estar en la lista negra del Treasury Department de Estados Unidos.

El capitán de la selección mexicana, que disputó su primer Mundial en Corea-Japón 2002, es acusado de colaborar con el narcotráfico, en específico de ser propietario de algunas empresas que controlaba el narcotraficante Raúl Flores Hernández.

Por esa razón es seguido por el Departamento de Tesoro de EEUU, por lo que el mexicano está viviendo un ‘Mundial diferente’.

Para tener un panorama claro la vida del exdefensa del Barcelona es así: toma agua de botellas diferentes a las de sus compañeros, tiene un uniforme directamente al de sus compañeros, sin logos comerciales (como en la foto principal).

Según informó Ney York Times, tampoco se puede alojar en algún hotel que tenga relación con Estados Unidos y si en algún partido es el mejor no podrá ser nombrado como el ‘Hombre Budweiser del Partido’.

Otra situación que llama la atención es que Márquez tampoco podría ser entrevistado al final del partido puesto que cada jugador que habla lo hace delante en un vidrio lleno de imágenes con auspiciadores del Mundial.

¿La razón? Al estar en la lista negra, ninguna empresa ligada a EEUU pueda estar vinculada a Márquez, de hecho, ni siquiera aparecen cerca del jugador para evitar problemas con el Departamento. Las compañías que violan las regulaciones, incluso sin intención, enfrentan multas de hasta casi $1.5 millones de dólares.

José Luis Nassar, uno de sus abogados que ha actuado como vocero, ha dicho “estamos en una fase franca de colaboración” con los funcionarios estadounidenses para resolver el asunto.

Ahora habrá que estar atento para ver cómo se desarrolla este ‘Mundial diferente’ para Rafael Márquez y ver su en algún momento hablar con la prensa cerca de alguna imagen de un auspiciador de la FIFA.