María José Gómez

Ingeniera transformada en profesora logra su quinto puntaje nacional en matemática

04 enero 2023 | 13:56

María José Gómez vuelve a lograr un máximo en el componente de matemática de la prueba de acceso a la universidad, en esta oportunidad la M1. Se trata del quinto puntaje nacional que alcanza en momentos en los que sigue dedicada a la preparación de alumnos y a la espera de su primer hijo.

La ingeniera UC transformada en profesora María José Gómez logró su quinto puntaje nacional en matemática, ahora con la primera versión de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES).

En concreto, alcanzó los mil puntos en Matemáticas 1. En Matemáticas 2, en tanto, anotó 927.

Así acumula dos máximos de 850 puntos bajo la PSU (2010 – 2018), otros dos con la PDT (2021 – 2022) y ahora tiene sus primeros mil con la PAES.

En conversación con BioBioChile, María José Gómez explicó las diferencias que ve entre los tres instrumentos.

“La PSU medía ‘sabe o no’. Te ponían un ejercicio y sabías o no. La PDT estaba entre medio de la PSU con la PAES y la PAES es una prueba que es mucho más aplicada a casos reales, los ejercicios tienen un enunciado largo, hay que leer, comprender, pensar ‘qué tengo que hacer’ y después de eso resolver correctamente”, relató.

“Depende del caso a caso, pero es una buena forma de medir conocimientos y habilidades, incluso de comprensión lectora. Creo que tenemos que desarrollar eso, hagamos lo que hagamos más adelante”, afirmó.

¿Y entre matemáticas 1 y 2? Gómez cree que allí también se marcó una clara diferencia: “la M2 era bastante más difícil que la M1. Si me preguntas por dificultad, la M1 es más fácil que la PDT y la PSU pero la M2 es más difícil que todas las PSU y todas las PDT”, argumentó.

“Tiene mucho sentido que así sea porque la M2 está enfocada en gente que quiere estudiar carreras matemáticas o relacionadas con eso”, complementó.

Sumado a lo anterior, Gómez también explicó que en la M1 dominaron contenidos como porcentajes, preguntas aplicadas a temas como velocidad, funciones y geometría, algo nuevo en la prueba, por ejemplo con ejercicios que pedían el cálculo de volúmenes de cilindros y capacidades.

Adiós a los puntajes nacionales como se les conoció

Con este proceso llegaron varios cambios: la escala de puntos subió de 850 a mil y se dejó de reconocer a los puntajes nacionales como tradicionalmente se hacía.

Si antes se destacaba a quienes lograban 850 puntos y muchos de ellos iban a tomar desayuno a La Moneda, a partir del lunes el Mineduc contactó a más de 200 personas en el marco de las Distinciones a las Trayectorias Educativas (DTE).

Se trata de un reconocimiento a quienes “sobresalen en cada prueba según sus propios contextos y visibilizando la diversidad de los jóvenes que egresaron este año de enseñanza media”, explicaron desde el Gobierno.

Con paridad de género, los escogidos se eligen en base a cuatro categorías: territorios, modalidad de enseñanza, pueblos originarios y personas en situación de discapacidad.

“Me parece muy bueno. El mérito va cambiando debido a las circunstancias de cada persona. Encuentro muy bien que no solamente se destaque el máximo nacional como mil puntos, sino que el esfuerzo que hay detrás de personas que sobresalen en el medio donde están inmersos”, dijo Gómez consultada al respecto.

“Lo mismo con los pueblos originarios. Encuentro muy bien que se destaquen esos aspectos. Me gusta mucho el cambio: no solo se ve el número, siento que hay algo más humano, quien está detrás de ese número”, añadió.

Cuatro de sus alumnas lograron mil puntos en matemática

Según indicó la profesora, cuatro de sus alumnas lograron mil puntos en alguna de las pruebas de matemática en esta primera PAES, todas de región.

Una de ellas es Catalina Quezada, de Lota, que en 2022 ya estudió tecnología médica en la Universidad Católica de la Santísima Concepción y según ella misma relató a BioBioChile logró mil puntos en la M1.

“La verdad es que para mí fue una gran ayuda, la profe siempre nos estuvo motivando. Mi meta era cambiarme a medicina y eso es lo que voy a estudiar ahora. A mí me gusta mi universidad, tengo que evaluar el tema de la convalidación de ramos y becas. Aún estoy asimilando lo que ocurrió, no es algo común que existan puntajes así aquí en Lota”, dijo a BioBioChile.

“Mi familia aún está en shock, pero estábamos todos emocionados, todos llorando, mi mamá, mis tíos. Además todos sabían que me costaba matemática, no lo podían creer. Creo que el único que estaba 100% seguro que iba ser puntaje nacional era mi pololo”, cerró.

Catalina Quezada

Otra de ellas fue Antonia Sáez, de Cañete, que tuvo clases con Gómez y en otro preuniversitario de Concepción para entrar a Medicina.

“Recibí bastantes recomendaciones de la profe, siendo un favor a considerar para mí que ella hubiera sido puntaje nacional antes, lo cual me dio seguridad y así lo comprobé después en sus clases, las cuales eran increíbles. Además el material teórico contenía todo lo necesario, con ejercicios de diversa dificultad”, comentó.

“El ser puntaje nacional lo veía como una posibilidad a raíz del progreso que tuve ensayo tras ensayo, pero jamás imaginé que lo lograría”, reveló.

“Este logro se lo dedicaría a mis padres, abuela materna y a mis hermanos quienes fueron un pilar fundamental para mí y me apoyaron en tomarme un año para perseguir lo que tanto anhelaba. También a los profesores que conocí, quienes me ayudaron a concretarlo”, agregó.

Antonia Sáez

También compartió su historia con BioBioChile Mirwi Echeverría Araya, que desde Calama festeja mil puntos en la M1.

“Esta es mi cuarta vez dando la prueba desde que salí del colegio. Decidí prepararme con María José a mitad de año y fue una buena decisión. Tomé su programa de puntaje nacional y me sirvió mucho ya que cada semana hacíamos un ensayo y luego lo revisábamos en conjunto entre todo el curso. Me encantó la dinámica y también la disposición”, señaló.

“No me esperaba para nada ser puntaje nacional. De hecho yo antes de ver el puntaje ya daba por hecho que quizás no me había ido bien. Ahora con el puntaje en mano todavía estoy meditando la decisión de qué estudiar. No me esperaba estos puntajes, por tanto ahora veré más opciones de las que tenía”, agregó.

“¿A quién le dedicaría este logro? Se lo dedico a mis padres quienes me dieron la posibilidad de prepararme por más tiempo, a mi familia y por supuesto a mis profesores que conocí luego de salir del colegio, a mi profesor Roberto que me preparó también en matemáticas. Le agradezco mucho”, concluyó.

Mirwi Echeverría Araya

¿Y la profesora qué hace?

“No me preparo directamente”, aclaró por su parte Gómez, que cree que es suficiente con todo el trabajo de clases que hace a lo largo del año.

“Fui a darla para conocerla y sentir lo que sienten mis alumnos, ponerme en sus zapatos, estar con ellos, comentar las preguntas. Esa era mi intención”, explicó.

Además, este quinto puntaje nacional ocurre en medio de una nueva experiencia para la profesora: actualmente tiene ocho meses de embarazo.

“No sé si has escuchado sobre el baby brain. Cuando estás embarazada estás más distraída, te cuesta más concentrarte, enfocarte. Dije ‘quizás me equivoque en cualquier cosa, pero vamos a desafiarlo’. Fui y me funcionó, le gané al baby brain”, celebró.

Becas

En 2021, María José Gómez logró su tercer puntaje nacional.

A esa altura ya había salido de ingeniería civil en la UC y por motivos personales llegó a la región de Los Ríos, donde no pudo encontrar trabajo en esa área.

Con eso pudo explorar la educación, un área que siempre le gustó aunque la descartó por presión social.

Pero su aterrizaje en colegios fue complejo: allí pudo ver en primera persona la desigualdad del sistema educacional y constató que muchos alumnos de enseñanza media no sabían ni siquiera lo básico de matemática.

En 2021, cuando ya tenía su preuniversitario online andando, dijo a BioBioChile que esa experiencia la motivó a sortear cupos para que alumnos que tuvieran buen rendimiento y habilidades matemáticas, sin poder pagar por clases extra, estudiaran gratis con ella.

En 2022, aproximadamente el 30% de sus alumnos online estuvo “becado”.

“En general la mayoría terminó. Hubo algunos entre medio, becados y no, que se salieron de clases online con el retorno a la presencialidad”, recordó.

“Si bien el sistema online no es algo que a todos les venga muy bien hay muchos alumnos a los que sí, que si son metódicos le sacan mucho provecho”, aseguró.

Por su embarazo, María José Gómez no hará clases el primer semestre de 2023, pero sí dejará sesiones grabadas en una plataforma con un costo más bajo que las lecciones en vivo.

Para julio espera retornar a su preuniversitario online, enfocada en intensivos.