Diputado brasileño pide evaluar trabajo infantil tras medalla de plata de skater de 13 años en Tokio

El diputado brasileño Sóstenes Cavalcante usó el caso de la joven skater de 13 años, Rayssa Leal, que ganó una medalla de plata en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, para pedir que se evalúe la legalización del trabajo infantil.

La deportista se colgó la medalla luego que la japonesa Momiji Nishiya, también de 13 años, se convirtiera en la primera campeona olímpica de la historia del skate, y se impusiera sobre la actuación de Leal en la categoría de street.

La plata de Leal fue la tercera medalla de Brasil en esta versión de los Juegos Olímpicos.

La ocasión fue aprovechada por el congresista, quien a través de Twitter lanzó una apreciación que ha provocado bastantes críticas.

“Los niños brasileños de 13 años no pueden trabajar, pero la patinadora Rayssa Leal ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos… ¡Ey! Es para pensar… ¡Felicitaciones a nuestro medallista olímpico! ¡Y revisión del Estatuto de la Niñez y la Adolescencia ya!”, escribió Sóstenes en la red social.

As crianças brasileiras de 13 anos não podem trabalhar, mas a skatista Rayssa Leal ganhou a medalha de prata na Olimpíadas… Ué! É pra pensar… Parabéns a nossa medalhista olímpica! E revisão do Estatuto da Criança e Adolescente já!

— Sóstenes (@DepSostenes) July 26, 2021

Según recoge el portal local Metropoles, fue el senador Paulo Rocha uno de los tantos internautas que rebatieron la idea. “No hay comparación entre el trabajo infantil y la medalla Rayssa. Los niños deben estudiar, jugar, hacer deporte. Trabajar es no tener tiempo para nada de esto”, advirtió.

“¡La niña estaba haciendo deporte! ¡divirtiéndose! ¡dividiendo su tiempo entre deporte y estudio! ¡realmente aprende la diferencia!”, lo emplazó otro usuario; mientras, otros apuntaban a que podría hacer a los niños valorar el trabajo desde temprana edad.

Uno de cada dos niños

Información de la Deutsche Welle indica que, al menos a 2015 y según un estudio del Instituto Brasileño de Estadística, 2,7 millones de niños trabajaban.

Esto ocurriría, de acuerdo al medio, en condiciones precarias en el cultivo de la caña de azúcar, en la industria maderera o en el procesamiento de carbón.

Desde la Unicef, en tanto, advirtieron que “el 45 por ciento de la populación vive debajo del límite de la pobreza (familias que cobran menos de medio salario mínimo para vivir), con el agravante de que en este margen se encuentran 60 millones de niños y niñas entre 0 y 17 años”.

En Brasil, la edad mínima para trabajar es de 16 años. Si se trata de labores de aprendiz, desciende a los 14. Respecto de tareas insalubres o peligrosas, los jóvenes pueden realizarlas desde los 18 años.