No fue lo que todos creían: la verdadera (e insólita) razón por la que húngaro no celebró su oro

El nadador húngaro Kristof Milak cumplió con los pronósticos y se proclamó este miércoles nuevo campeón olímpico de los 200 mariposa, en una final en la que el magiar, que se impuso con un tiempo de 1:51.25, tuvo que conformarse con un récord olímpico tras quedar a 52 centésimas de su plusmarca universal.

Tras la competencia se le vio molesto y frustrado, pese a que se había quedado con la medalla de oro. De hecho, diversos medios internacionales insinuaron que su “decepción” se habría originado por no batir el récord mundial, el cual ya posee (1:50.73).

Sin embargo, tras la final, el húngaro conversó con la BBC y dio a conocer el verdadero motivo de su molestia: se le rompió su traje de baño.

“Se abrieron 10 minutos antes de que yo entrara a la piscina y en ese momento supe que el récord mundial se había ido. Perdí mi enfoque y supe que no podía hacerlo”, dijo el nadador.

Rápidamente se cambió de traje de baño y aún así logró quedarse con el oro, pero ese contratiempo se transformó en una distracción negativa.

“Fue un problema para mí. Tengo una rutina, un ritmo, un enfoque. Esto rompió mi enfoque y ese problema afectó mi tiempo, agregó.

“No estaba nadando por la medalla, estaba nadando por el momento”, añadió. “Dije antes que quería mi mejor marca personal. Y mi mejor marca personal es un récord mundial”, sentenció.