Una estrategia que fue un desastre. El equipo de Red Bull acabó hundiendo este domingo a su piloto principal, Max Verstappen, con un inexplicable cambio de neumáticos sobre el final del Gran Premio de España de la Fórmula 1.
Y el propio multicampeón neerlandés lo notó de inmediato, exigiendo explicaciones a través de la radio oficial, en hecho que, sin duda, pasará a la historia del deporte motor.
Para entender lo ocurrido hay que explicar que Verstappen marcaba tercero en la carrera tras los dos McLaren, Piastri y Norris. Esto hasta que un problema mecánico Kimi Antonelli (Mercedes) obligó la entrada del ‘safety car’ cuando quedaban prácticamente diez vueltas.
Rápidamente, los pilotos que estaban en la zona alta decidieron hacer una nueva parada en la carrera. Como era lógico, casi todos volvieron a la pista con neumáticos blandos. ¿La excepción? Verstappen.
Apenas volvió al circuito Max notó que las cosas no andaban bien de cara al final. “¿Por qué mierda tenemos esto? ¿Qué neumático es este?”, se quejó. “Es el neumático duro”, le respondieron desde Red Bull. “¿Por qué? ¿Por qué estamos con el duro?”, contraatacó aún incrédulo el piloto. “Era la única opción”, contestaron.
Mientras intentaba adecuarse a la pista con unos neumáticos de poco agarre y diseñados generalmente para tramos largos, el ‘safety car’ continuó hasta el giro 60 (de 66).
Cuando volvió todo a la normalidad, Leclerc encimó a Verstappen que de inmediato ‘derrapó’ en la pista al aumentar la velocidad. Entonces, Max perdió el podio.
Un par de vueltas después, Verstappen, molesto con lo que ocurrió, protagonizó un incidente con George Russell y acabó recibiendo diez segundos de sanción, con lo que terminó en el décimo casillero.
Para la historia queda el desastre de Red Bull y cómo perjudicaron a su piloto a poco del final. Según los especialistas, lo mejor hubiese sido dejarlo terminar con los neumáticos que ya traía desgastados, considerando lo poco que quedaba.