En conversación con BioBioChile, Cristián Monckeberg admite que teme que la dilatación en las conversaciones haga que el proceso constitucional choque con otros eventos electorales que tendrán lugar en nuestro país. Por lo mismo, plantea, se debiera tener las reformas despachadas a más tardar en diciembre.
A su vez, el extimonel de RN sostiene que el Congreso ha sido “irresponsable en cuanto a delegar sus funciones constituyentes permanentemente”, añadiendo que debiera ejercer como árbitro para resolver aquellas diferencias que eventualmente se puedan dar.
Quien se desempeñara en los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Desarrollo Social y Familia; y Secretario General de la Presidencia durante el segundo mandato de Sebastián Piñera añade que el gobierno no tiene que estar involucrado en el proceso constituyente para así “llevar adelante el desafío de gobernar porque ya lo postergó durante casi un año”.
En tanto, Monckeberg dice que tanto en la izquierda como en la derecha hay quienes buscan que el proceso constitucional se “enfríe”, aunque por razones diferentes. El exparlamentario además es enfático en indicar que ya fue el tiempo de “romántico” por lo que ahora se debe ser más bien “pragmático” para lograr un acuerdo sobre una nueva y buena Constitución.
Plebiscito de entrada
-¿Debe haber un Plebiscito de entrada para este nuevo proceso constituyente?
Voy un poquito más atrás. El proceso constituyente partió ya hace meses, en donde se le preguntó a la ciudadanía y mayoritariamente dio una opción: Apruebo y Convención 100% elegida. Ya sabemos cuál fue su resultado y desenlace. Frente a eso, yo le daría la oportunidad a un gran acuerdo político que es viabilizar a esta segunda parte del proceso constituyente.
Evidentemente si un acuerdo de las fuerzas políticas del Congreso no es suficiente y no interpreta lo que la ciudadanía también está manifestando, y que se lee en las encuestas, usemos la alternativa del Plebiscito de entrada. Ocurre que mientras más demore este proceso, más se diluye y se junta con otros eventos electorales que vienen en años posteriores y lo van enredando cada vez más. Yo soy de la idea de que esto debería quedar resuelto el próximo año entonces por eso creo que ya sabemos lo que la gente espera.
Ya sabemos que quieren una buena y nueva Constitución, sabemos que quieren que estén presentes las personas que saben, los especialistas y también un grupo de personas elegidas, y lo que falta simplemente es que haya un acuerdo político que viabilice esa alternativa. Yo creo que frente a un Plebiscito de entrada le daría la oportunidad a la política, que está bastante desmejorada en cuanto a evaluación ciudadana, para poder viabilizar eso que la ciudadanía ya está expresando. Si esto fracasa y no hay caso, bueno, vamos al Plebiscito de entrada.
Rol del Congreso
-¿Cuál es el rol que debe cumplir el Congreso en este proceso?
Yo creo que el Congreso ha sido bien irresponsable en cuanto a delegar sus funciones constituyentes permanentemente. Lo digo porque el Congreso es el poder constituyente por excelencia y así es no sólo en nuestro país sino que en todo el mundo. En situaciones excepcionales se delega en terceros, no es obligación ni requisito sine qua non en terceros elegidos, en terceros designados, en comisiones, etc. Pero el poder constituyente está en el Congreso y yo creo que no han asumido en plenitud esa función.
¿El Congreso tiene que hacer la Constitución o propuesta de nueva Constitución? No, pero tiene que jugar un rol no solamente estableciendo límites porque ya tuvimos una muy mala experiencia que me tocó vivirla desde dentro de esa delegación total. No solamente tiene que diseñar bordes y límites. A mí me gusta mucho la idea, de hecho la he propuesto, de que ejerza de árbitro y resuelva diferencias que eventualmente en este nuevo proceso constituyente se puedan producir. ¿Por qué? Porque cuando existía la Corte Suprema como alternativa, nadie quería ir allá, y tampoco la Corte Suprema quería recibir esa papa caliente porque evidentemente la Convención estaba revisando también el futuro del Poder Judicial, entonces el Poder Judicial no se iba a meter líos, era entregarle un problema.
Creo que una Convención o Concejo político, como quieran llamarlo, requiere de contrapesos políticos y si vamos a diseñar una propuesta de nuevo proceso con un nuevo sistema, esa nueva Convención o cómo se llame tiene que tener un contrapeso. ¿Cuál fue el problema de la anterior? Que no tuvo contrapeso, y ese contrapeso a mi juicio, tiene que ser el Congreso.
Plazos
-¿Cuándo cree que debe estar listo el acuerdo constitucional?
Yo creo que lo que se está produciendo es absolutamente normal y en algunos hay una ansiedad sin límites, mientras que otros pareciera que no han leído lo que les pasó en el Plebiscito y se sienten ganadores, habiendo levantado las banderas del Apruebo pero fueron grandes perdedores, y no perdedores desde el punto de vista electoral sino que también desde el punto de vista político e ideológico. Hay que poner sobre la mesa lo que ocurrió.
Tampoco hay que creerse el cuento de que quienes ganaron o quienes fueron por el Rechazo son los intérpretes de la ciudadanía porque no es así. Pongo en contexto esto porque finalmente iniciar un nuevo proceso no puede tener errores, no nos podemos equivocar. El apuro normalmente es un mal consejero. Evidentemente no podemos pasarnos la vida discutiendo esto.
Yo creo que octubre, noviembre y diciembre, con las reformas despachadas, es un plazo razonable. ¿Por qué? Porque el gobierno va a tener elecciones en estos cuatro años. Y ya fue así: el primer año tuvo Plebiscito, en el segundo eventualmente un proceso constituyente, en el tercero va a tener las municipales y en el cuarto se va, entonces lógicamente juntar el proceso constituyente con las municipales no es el mejor de los escenarios. No sigamos complicando las cosas, ya basta y sobra con que cada año tengamos un evento electoral de magnitud. Razonablemente deberíamos tener solucionado este problema en lo que queda de año para que el próximo esté destinado a finalizar este proceso de buena manera.
-Ciertos nombres, por ejemplo del Partido Republicano, han planteado la idea de pausar el debate constitucional para que el gobierno se enfoque netamente en lo que son temas como la seguridad. ¿Qué opina?
Uno puede mascar chicle, caminar, bailar o correr al mismo tiempo, sobre todo un gobierno. Con todas las deficiencias que pueda tener este o cualquier otro gobierno, evidentemente el país puede hacer muchas cosas en la medida que cada uno esté concentrado en lo suyo. ¿En qué coincido en ese análisis? En que el gobierno no tiene que estar involucrado en el proceso constituyente y tiene que llevar adelante el desafío de gobernar porque ya lo postergó durante un año. Y eso fue un error a todas luces.
Hoy día, cuando ya vamos a cumplir cerca de un año de su gestión, recién estamos hablando de sus proyectos emblemáticos para sacarlos adelante. En eso coincido, pero en lo que no coincido es que haya que pausar el proceso constituyente, yo creo que tenemos que resolverlo de una vez, no nos podemos pasar la vida discutiendo la Constitución porque es agotador. Ahí yo te agrego lo siguiente: muchas veces cuando uno escucha o lee esos comentarios pareciera que detrás de eso, lo que hay es no hacer nada. Yo no soy de aquellos que no quieren hacer nada, yo creo que tenemos que resolver el problema.
Propuesta de partidos oficialistas
-Los partidos oficialistas y la DC han trabajado en una propuesta conjunta en la que plantean un órgano con escaños indígenas, paritario y con un consejo de expertos con decisiones no vinculantes. Eso sí, usted se ha mostrado crítico con esta propuesta.
Más de lo mismo va a traer los mismos resultados. Nosotros tuvimos una Convención de 154 miembros, con independientes y con escaños, y el resultado fue desastroso porque cuando uno en una propuesta constitucional que invierte un año de trabajo y tiene el apoyo de un 38%, quiere decir que fue un desastre. Evidentemente no hay situaciones similares en donde un Plebiscito de salida con un gobierno a favor lo haya perdido. No existe, entonces claramente esto no resultó.
¿Quiere decir que el proceso se desaprovechó todo? No, no soy de ese tipo de personas porque creo que efectivamente hubo situaciones positivas que se pueden rescatar pero hay que cambiar las reglas. Y aquí pareciera que si no son las reglas que plantea el oficialismo, no es democrático ni participativo. No es así, se tiene que buscar diferentes alternativas y reglas para poder llegar a un objetivo final que es tener una nueva Constitución.
Ya fuimos románticos, ya diseñamos una propuesta constitucional que no llegó a ninguna parte, ya hubo una Convención como la que hicieron los románticos y no resultó, entonces ahora hay que ser pragmáticos y responder a los anhelos de la ciudadanía que no son solamente los anhelos constitucionales sino que son los cotidianos como seguridad, pensión, etc. Son anhelos de gobierno finalmente y por lo tanto este es un problema que lo tenemos como sociedad y que tenemos que resolverlo bien.
La propuesta que está planteando el oficialismo es más de lo mismo por lo que tiene una posibilidad de fracaso 2.0 y ahí si que no sé qué irá a pasar, porque la ciudadanía no creo que tenga mucha más paciencia si es que esto nuevamente fracasa. Por eso, a mi juicio, tenemos que buscar reglas, mecanismos y sistemas distintos, entendiendo que la chapa democrática no la tiene solamente una propuesta, hay diferentes alternativas, el Congreso es democrático, la Convención es democrática, la designación de personas por el Congreso también es semi-democrática porque el Congreso, que es democrático, elige a personas que son encargadas de trabajar junto a otros elegidos.
¿Cuál ha sido uno de los grandes problemas de sectores políticos como el mío en su historia? Cuando han habido problemas grandes e importantes nos hemos hecho los lesos y ya sabemos cuales son las consecuencias de hacerse los lesos cuando hay problemas grandes. Este es uno de ellos y hay que enfrentarlos y resolverlos de una vez.
-Hay quienes dicen que en su sector están “tirando la pelota para el córner”. En el fondo, que quieren que pase el tiempo para ver si se enfría el tema. ¿Cree que en la derecha hay personas que comparten esta idea o lo descarta?
Yo creo que de lado y lado deben haber personas en ese sentido, tanto en izquierda como en derecha. De derecha, personas que piensan que si tiramos la pelota para el córner y ganamos tiempo a lo mejor esto se enfría y seguimos tal… grave error. Y de izquierda, personas que dicen que ojalá esto no resulte para culpar a la derecha y decir “nos engañaron y no se cumplió el compromiso”. Evidentemente hay de eso pero yo creo que una gran mayoría tanto de derecha como de izquierda queremos algo distinto.
Trabajo de la Convención
-Usted fue parte de la Convención aunque se mostró crítico por lo realizado por el órgano. Cuando terminó el trabajo de la Convención dijo que la sensación era “más agraz que dulce”. ¿Cuándo comenzó a advertir que el rumbo que se estaba tomando no era el que pensó en un comienzo?
Yo soy de los que voté Apruebo (Plebiscito de 2020), soy de los que salió del gobierno para avanzar en una nueva Constitución y fui candidato. Me incorporé a la Convención absolutamente disponible para llegar a acuerdos y en eso yo creo que fui catete e insistente hasta el final. Sin embargo, lamentablemente nos encontramos con una mayoría de izquierda que impuso sus términos y que fijó su propuesta y hoja de ruta, muy legítimo porque tenían las mayorías, no lo descarto, pero a todas luces fue un error político.
Lo empecé a advertir desde el principio, yo te diría que en diciembre del año pasado comencé a darme cuenta que esto no tenía vuelta. Lamentablemente algunos otros personeros de izquierda se dieron cuenta que esto no tenía vuelta un poquito después y ya claramente no había muchas posibilidades de enmendar el rumbo.
Situación en RN
-¿Cuál es la postura o ánimo en RN respecto al debate?
RN ha sido un partido que históricamente ha concurrido a acuerdos, a entender que no hay una sola visión para dirigir y conducir el país y que muchas veces hay que ceder y avanzar, esa es la historia de nuestro partido. Ahí están las reformas laborales y tributarias de principio de los ’90, reformas constitucionales, en fin.
El partido siempre ha estado disponible y esa ha sido su tradición. Siempre van a haber preocupaciones y temores de no embarrarla de nuevo pero evidentemente hay una convicción de resolver este problema y de tener un proceso constituyente que se inicie y termine bien, y que tenga ojalá un respaldo importante. Ese es el ánimo del partido. Con preocupación, temor y con dudas lógicamente, porque todos tenemos dudas, no creo que alguien esté convencido de que lo que se está haciendo está perfecto. Hay dudas porque también la ciudadanía fue muy clara y no lo digo solamente respecto de mi partido sino que de otros en donde también hay dudas.
-¿Cómo está la situación interna en RN? Se lo pregunto porque se ha hablado sobre una eventual salida de miembros importantes como Mario Desbordes.
RN es el partido más grande de Chile en la lógica de las últimas elecciones municipales y parlamentarias. Lógicamente a nadie le gusta que se le vayan militantes, yo creo que militantes como Mario Desbordes y otros no tienen duda de quedarse. Uno de repente hace evaluaciones pero yo creo que todos estamos trabajando para que el partido tenga una buena conducción. No soy partidario de la actual mesa directiva pero no por eso nos vamos a mandar a cambiar. Estamos con ganas de que las cosas caminen bien.
Evaluación del gobierno
-Usted también fue ministro. ¿Qué le han parecido estos siete meses de gobierno de Gabriel Boric?
Ausentes porque fueron elegidos por cuatro años, hay que gobernar desde el primer día y creo que llegaron muy improvisadamente a ejercer el poder, con un programa de gobierno y una elección contundente, nadie lo pone en duda, pero de una muy mala ejecución. Yo creo que su gran problema es que fueron muy timoratos en un inicio con temas tan claves como la seguridad, en cómo llegar a acuerdos en temas de pensión, en cómo avanzar en dilemas como por ejemplo cómo recuperar los empleos y disminuir la inflación, y se vieron enredados por un proceso constituyente que como los determinaba a que sin él no podían hacer nada.
Eso evidentemente hizo perder un tiempo gigante y la ciudadanía no está para esperar mucho tiempo tampoco, los gobiernos y las democracias son complejas y por lo tanto hay que gobernar desde el día uno. Eso no ocurrió y hoy día estamos pagando las consecuencias, con un gobierno más debilitado y yo creo que fue un golpe duro el resultado del Plebiscito, de eso no me cabe ninguna duda.
-¿Qué piensa de las críticas al gobierno por antiguos tuits de autoridades que han resurgido?
No nos podemos hacer los lesos con esos tuits porque la historia pasada forma parte de tu historia y por lo tanto hay que hacerse cargo de eso. Hay que ser autocrítico y yo creo que lo que le falta al gobierno es ser autocrítico. Yo veo al gobierno haciendo fintas.
Cuando hay errores, finta, para el resultado del Plebiscito, finta y la dejan pasar, siendo que fue una derrota ideológica y política importante. Los tuits, finta y lo dejan pasar pero forma parte de su historia. Yo creo que lo más fácil y simple es decir “fue una etapa de mi vida política y hoy no lo comparto”, pero no me quedo solamente con eso sino que lo importante es que de aquí en adelante su actuar sea distinto y con convicción. Lo digo, por ejemplo, en los temas de orden público.
Presidencia en la Cámara de diputados
-Usted también fue diputado varios años. ¿Qué piensa de la eventual llegada de Karol Cariola a la presidencia de la Cámara?
Yo conozco a Karol Cariola desde la época de la Cámara de diputados y como ministro. No me cabe la menor duda que ha llevado adelante una labor, desde el punto de vista legislativo, positiva y hace bien su trabajo. Ahora, desde el punto de vista político no tiene los apoyos y muchas veces uno puede ser muy correcto en el actuar pero si no tiene apoyos políticos y la situación está compleja, evidentemente uno no puede doblarle la mano al destino.
Yo creo que aquí se ve muy complejo que existan esos apoyos para respaldar su presidencia por lo que fue su accionar como vocera por el Apruebo. No hay consenso respecto de que el Partido Comunista dirija la testera, en fin, hay varios factores. Pero bueno, es un tema que tiene que resolver la izquierda, no es un problema mío.