“PDI San Javier informa detenido a las 13:30” escribió el 7 de agosto un funcionario del Juzgado de Garantía de San Javier por el grupo de WhatsApp llamado “Resoluciones JG SJ” que comparten los trabajadores del tribunal. Como es costumbre, ese es el medio que utilizan para dar a conocer pendientes e información importante de su trabajo.
“Para mañana”, responde otra funcionaria. Los trabajadores tienen hambre. Son las 13:59 y su horario de almuerzo empieza a las 14:00, y el olor de la parrilla prendida en el estacionamiento del juzgado ya empieza a inundar los pasillos.
“Creí que estaban mandando fotos del asado”, responde otro funcionario a la imagen del parte del detenido. Ahí sí llega una foto de la parrilla prendida, con tres costillares, algunos embutidos y una olla.
Esa misma tarde se informa por el mismo grupo de WhatsApp sobre la necesidad ingresar a un imputado a quien se le decretó prisión preventiva. Ante la solicitud, uno de los funcionarios consulta si alguien más puede hacerla. “Mire que estoy en la parrilla”, indica.
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Este tipo de conversación no llama la atención en el chat de los funcionarios del Juzgado ubicado en la región del Maule. Los asados y fiestas son costumbre entre los trabajadores, incluso denunciándose el consumo de alcohol dentro de las dependencias y en horario laboral, que estarían ocurriendo desde hace por lo menos cuatro años.
Estos antecedentes quedaron plasmados en un recurso de reposición presentado ante la Corte de Apelaciones de Talca el 2021, en el marco de una denuncia por acoso laboral y discriminación contra el superior jerárquico de una funcionaria.
Dentro de la explicación de ciertos conflictos descritos, la demandante relató que “en cada una de las fiestas organizadas en el Juzgado de Garantía de San Javier los funcionarios proceden a la ingesta de bebidas alcohólicas”, adjuntando pruebas fotográficas de los funcionarios consumiendo dentro del establecimiento.
En una de ellas, se ve a un funcionario sirviéndole vino tinto en la copa de otro desde una caja marca Gato, en el sector de estacionamientos del tribunal. En otra, un trabajador posa en la cocina del tribunal con dos anticuchos en la mano y, detrás de él, tres botellas de vino tinto. En una tercera imagen, se encuentra otro funcionario sentado con un tenedor junto a una mesa, y sobre esta, dos latas de cerveza Heineken abiertas.
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Finalmente, la denuncia por acoso laboral no prosperó y la Corte de Apelaciones terminó desestimando la causa, sin referirse a los antecedentes que apuntaban a celebraciones dentro del tribunal. Este año, un nuevo escrito fue presentado ante la Corte Suprema reiterando la denuncia de esos hechos, pero nuevamente fue rechazado con el argumento de que ya habían sido investigados en 2021 y sobreseídos.
Ante la respuesta, el pasado 13 septiembre se interpuso un nuevo recurso de reposición, poniéndo énfasis en que las conductas denunciadas se mantendrían hasta la actualidad y no serían hechos aislados. Como ejemplo puntual, se expuso que incluso un control de detención habría sido aplazado por 24 horas debido a que funcionarios se encontraban participando en estas actividades recreativas. Dicho recurso aún se encuentra en tramitación en la Corte Suprema.
Radio Bío Bío entregó a la Corte de Apelaciones de Talca los antecedentes —chats y fotografías— y consultó sobre las denuncias de fiestas y consumo de alcohol en horario laboral dentro de los tribunales. Pese a que se indicó desde los tribunales que el tema sería consultado con el Presidente de la Corte, hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.
Por su parte, la Corte Suprema respondió a Radio Bío Bío que no podía referirse al caso mientras el recurso se mantenga en tramitación.