"Hola, soy médico": las incongruencias en declaración de imputado que mató a Pauli en paso peatonal

Cuando José Colina Flores declaró frente a 37° Comisaría de Vitacura de Carabineros, dijo que luego de atropellar a Paulina Fuentes en un paso peatonal, se sintió paralizado. Aseguró que al percibir el golpe en su BMW, frenó de inmediato y se bajó del auto, nervioso. Le bastaron un par de segundos para entender la magnitud del problema en el que estaba metido.

Relató, sentado frente a los funcionarios, que su instinto fue innato: comenzó a gritar y gritar por ayuda. Gimiendo por una ambulancia. “Luego, me aboqué a la persona que había atropellado, tratando de brindarle toda mi ayuda con mis conocimientos”, agregó. Conocimientos que adquirió desde la Universidad Nacional Experimental Francisco De Miranda en Venezuela y que le otorgaron el título de médico cirujano en 2010.

El clímax de su versión llegó cuando, con lujo de detalles, enumeró todas las lesiones de Paulina. Hasta afirmó que ella le habló y él le respondió: “Tranquila, soy José, soy médico”. Él, el responsable de atropellarla minutos antes a la salida de un condominio en Vitacura, se jugaba la vida por salvarla.

Su declaración completa —a la que accedió BBCL Investiga— se resume a tres páginas. Pero todo lo que dice tiene un problema. Según una ampliación de querella interpuesta recientemente por los abogados Alejandro Awad Cherit e Ignacio Pavón Verdugo, todo es falso. A José se le acusa ahora de homicidio simple porque su actuar “no sólo fue negligente, sino que doloso”.

José nunca ayudó a Paulina, ni siquiera llamó a una ambulancia.

¡Ayuda, ayuda!

José Colina Flores tiene 38 años. Está casado. Es médico dermatólogo y venezolano. Llegó a Chile en 2018 con “ganas de salir adelante y retribuirle a sus padres todo lo que habían hecho por él”. Escogió Chile porque, según su declaración, es un país que abre las puertas y da oportunidades. Esto último lo vivió en carne propia: ejerció como dermatólogo en el Hospital Regional de Rancagua, luego en el CRS Hospital Provincia Cordillera y finalmente en la red privada de IntegraMédica.

Esa introducción personal él mismo la hizo frente a Carabineros el 20 de febrero de 2025. Se demoró 20 minutos en decir todo lo que tenía que decir. Desde quién era hasta cómo, supuestamente, intentó salvarle la vida a Yarizta Paulina Fuentes justo después de atropellarla.

El atropello ocurrió el 16 de julio de 2024 en la esquina Las Hualtatas con Camino el Parque. En Vitacura. Paulina cruzaba un paso peatonal (o de cebra) y José salía del condominio donde ella se dirigía. Un video que reveló BBCL Investiga expone el momento exacto del accidente.

Desde la perspectiva de José, “miró a la derecha como lo hacía todos los días y luego, viró hacia la izquierda, acelerando, cuando sintió un golpe y de inmediato accionó el freno y se detuvo”.

—Me bajé del auto a fin de verificar qué había ocurrido. Nervioso y asustado por el impacto pues no comprendía lo ocurrido. Todo fue en fracción de segundos. Sentí que el tiempo se había paralizado. Bajé del vehículo y revisé debajo de él. Quedé muy afectado cuando constaté que se trataba de una persona.

Y siguió:

—Reaccioné de manera inmediata y procedí a gritar pidiendo ayuda y auxilio. Gritaba desesperadamente a viva voz: ¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Llamen a una ambulancia!

“Soy José, soy médico”

Una de las primeras personas que se acercaron al accidente fueron los conserjes y guardias de seguridad. Ellos le indicaron a José que tenía que mover el auto porque Paulina estaba atrapada. Lo hizo. Y además, según su versión, le pidió a una señora de pelo corto que llamara a una ambulancia.

Él también llamó, pero no a emergencias. Marcó a su esposo e Integramédica para avisar que esa mañana no llegaría. Luego, asegura, dispuso todos sus conocimientos de médico en salvarle la vida:

—Evalué su escala de Glasgow. Traté de inmovilizarla de forma mecánica. Le hice varias preguntas, en las cuales me dio su nombre. Yo le dije soy José, soy médico, y le pedí que estuviese tranquila, sin moverse (…) Constaté sus signos vitales y aseguré su vía aérea verificando que ningún cuerpo extraño estuviera obstruyéndola.

En ese intertanto llegó el equipo de emergencia. José dice que se identificó con ellos. Hasta le pidió un par de guantes para seguir ayudando.

—Uno de los paramédicos me exigió la presentación de mi credencial como médico ya que en caso contrario debía retirarme. Le expresé que la credencial estaba en el auto y que no iba a apartarme dada mi obligación de prestar toda la ayuda posible que fuera necesaria —relató.

A la escena llegó su suegra, su hermana y su esposo. También dos ambulancias. Recién ahí, contó, decidió apartarse para que el equipo “hiciera su trabajo”.

—Observé que la paciente había entrado en paro cardiorrespiratorio y comenzaron maniobras de reanimación. Carabineros me apartó y me sacaron de la escena. A pesar de mi nerviosismo y de mi estado de shock por todo lo que estaba ocurriendo, mi mente solo pensaba en seguir ayudando a Paulina y tratar de que se preservara su vida. Expresé a Carabineros mi necesidad de seguir prestando ayuda, pero ellos me señalaron que ya se estaba haciendo, y que debía subirme al auto de Carabineros, y esperar ahí.

Paulina murió ese mismo 16 de julio a las 9:47 horas.

Contradicciones

Una nueva querella ingresada recientemente al 4º Juzgado de Garantía de Santiago echa por el suelo la declaración de José. En simple, basado en los nuevos antecedentes, estipulan que el atropello no fue una mera negligencia, sino que fue con dolo.

Entre las pruebas que tienen hay dos platos fuertes: el video y la declaración de diversos testigos.

El primero de ellos habla por sí solo (Ver video abajo). Las cámaras de seguridad captaron que Paulina iba prácticamente en la mitad del paso peatonal, caminando a una paso regular. Sin correr ni apareciendo de sorpresa. Es más. Antes de que José saliera del condominio, Paulina ya estaba cruzando la calle.

“Claramente se encontraba a una distancia más que razonable para haberse percatado de que la víctima estaba cruzando dicho paso peatonal a una velocidad regular”, estipula la nueva querella.

Esto se suma a lo que se aprecia en el video: José nunca redujo la velocidad, ni siquiera en la maniobra de viraje. Él mismo lo señala en su declaración.

“La secuencia de imágenes demuestra que el impacto fue en el paso de cebra, que originalmente la víctima quedó sobre el capot del auto, que como el auto no se detuvo, la víctima quedó bajo su carrocería; y que incluso a pesar de ello, el imputado frenó varios metros más allá”.

Los testigos

A esa prueba se suman las declaraciones de testigos. Uno de ellos fue Cristian, el portero del edificio del que salió José:

—Me pude percatar que desde el frontis de la calzada se encontraba una joven de 24 años aproximadamente, la cual caminaba de forma normal y comenzó a cruzar la calzada por el paso peatonal. En esos instantes el residente sale con su vehículo girando de la misma forma hacia la izquierda. Pude ver que la joven no logró avistar al vehículo solo hasta el momento en el cual éste se encontraba al lado de ella, intentando la joven de forma innata colocar las manos sobre el auto como para frenarlo, detenerlo o alejarlo de ella, siendo inútil ya que el conductor al parecer no la vio y pasó sobre ella arrastrándola unos metros.

También está el testimonio de Cristopher, portero del mismo condominio.

—Le grité a mi compañero de trabajo que se encontraba en la caseta, Cristian, que pidiera ayuda. Enseguida que liberamos a la joven de donde se encontraba atrapada por el vehículo, el conductor comenzó a hablar por teléfono. Yo pensé que llamaría una ambulancia, pero me percaté que estaba hablando con su madre.

En tercer lugar está Leonardo, quien se encontraba estacionado justo frente al lugar del atropello.

—Me acerco al lugar del accidente y me percato que el conductor del vehículo, al observar lo que había sucedido, procede a llamar por celular a su mamá, diciéndole a viva voz “mamá, mamá, atropellé a una persona”, y la mamá manifestó “tu no atropellaste a nadie.

Esta misma persona entregó un dato clave que desmentiría casi toda la declaración de José. ¿Por qué? Según el imputado, él fue quien entregó ayuda para que Paulina sobreviviera. Este testigo dijo que vio lo contrario.

—Me acerco al vehículo con la finalidad de sacar a la mujer que aún se encontraba debajo del móvil, por lo que le digo a este sujeto que corriera el vehículo con cuidado para rescatar a la mujer. Le dije que no se fuera del lugar o arrancar, por lo que él me manifiesta que no se arrancaría y que él era médico. Debido a esto, éste sujeto movió el vehículo y con mis compañeros de trabajo prestamos los primeros auxilios a la víctima. Este sujeto no prestó ninguna ayuda a la víctima.

Conducción descuidada

El testimonio de Brandon, el conserje de un edificio colindante, también fue clave. De partida, porque ayudó a Paulina y eso le permitió estar igual de cerca que los testigos anteriores.

—Se encontraba tendida en la calzada la Sra. Paulina. Al ver su estado de salud me percaté que estaba grave debido a que momentos antes fue atropellada por una camioneta color azul, la cual era conducida por otro residente del lugar del cual desconozco su nombre, quien se encontraba a una distancia de 8 metros del cuerpo de la víctima. No prestó auxilio en ningún momento, solamente hablaba por teléfono con la familia de él.

Brandon se quedó hasta el final. Por eso vio cuando también llegó la familia de José al accidente.

—Quiero hacer presente que al pasar unos minutos llegó la familia del conductor, si no me equivoco. Llegó al lugar la mamá y el hermano, quienes tampoco prestaron auxilio a Paulina, fui yo quien llamó a Carabineros y mis otros compañeros a los otros dispositivos de seguridad. El conductor no realizó ningún tipo de acción en favor de la víctima, siendo que el también posee conocimientos de medicina general.

Ley Paulina

Cuando se abrió esta causa —en julio del año pasado— la familia de Paulina ingresó una acusación contra Colina bajo el delito de cuasidelito de homicidio en el contexto de una conducción de vehículo motorizado. Ahora, a raíz de todas estas evidencias, apuntan derechamente a un homicidio simple.

El abogado de la familia, Ignacio Pavón Verdugo, explica que en la nueva querella “se preocupan de enumerar en detalle todos los antecedentes de la carpeta investigativa que llevan a concluir que la muerte de Paulina no fue una cuasidelito de homicidio, sino que derechamente un homicidio, cometido con dolo eventual”.

—No se puede pasar por alto que el atropello de Paulina se produjo afuera del domicilio del imputado, lugar por el que circulaba diariamente y, por tanto, sabía perfectamente que existían pasos peatonales debidamente demarcados. Adicionalmente, toda la evidencia existente en la carpeta investigativa da cuenta de que el imputado, a pesar de ser médico y contrario a lo que declaró durante la investigación, no le prestó ningún tipo de ayuda a Paulina, sino que tuvo que ser auxiliada por terceros, dentro de las cuales, en los primeros momentos, se encontraban personas que ni siquiera tenían formación ligada a la medicina.

El 30 de junio de este año se realizó una audiencia para acordar aumentar el plazo de investigación en 90 días más.

Su familia se moviliza por redes sociales para lograr crear la Ley Paulina. Hasta ahora, llevan 10.709 firmas para la iniciativa que busca modificar el Código Penal y la Ley de Tránsito. Con esto, quieren establecer la obligatoriedad de exámenes de drogas para los conductores que participan en accidentes de tránsito.

José Colina Flores declinó entregar una declaración para este artículo.