Casi 2 mil millones de pesos perdió la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), tras recibir un cargamento de crudo proveniente de Angola. La merma en la mercancía se produjo por la contaminación ante la presencia de agua, lo que abrió un arbitraje internacional.
Según antecedentes recopilados por la Unidad de Investigación de BioBioChile, los hechos se remontan al 10 de marzo de 2021, cuando la estatal selló un acuerdo para el envío del hidrocarburo desde Angola, país que -a estas alturas- es un socio comercial que Chile conoce de cerca.
Sin ir más lejos, en 2014 fue la entonces Presidenta Michelle Bachelet la encargada de viajar a estrechar lazos con los locales, con la mirada puesta en las reservas del petróleo africano.
La visita de Estado despertó críticas inmediatas en contra de la Mandataria y su comitiva, dada la violenta dictadura que allí tenía lugar y que -a la época y por 38 años- estuvo presidida por el hoy fallecido comandante en jefe de las fuerzas armadas, José Eduardo dos Santos.
De Malungo a Talcahuano
Relaciones bilaterales aparte, la operación del crudo angoleño con destino a Chile estuvo a cargo de Cabinda Gulf Oil Company, una firma propiedad de la norteamericana Chevron Corporation con sede en la capital, Luanda. Una ciudad portuaria fundada hace casi 450 años por exploradores portugueses.
La idea era transportar el cargamento -proveniente de Malongo- en una incursión confiada a la compañía angoleña.
Todo se concretaría apenas dos meses después, cuando el buque Front Loki arribó a aguas chilenas. Primero descargó su contenido en el terminal marítimo de San Vicente, en Talcahuano. Luego hizo lo propio en el de Quintero.
La pérdida
Fue entonces, al momento del alije, que la ENAP se percató de la pérdida. ¿El total? 2,4 millones de dólares, según el balance de la compañía chilena. Tal como comprobarían más tarde, la merma se ocasionó porque el ‘oro negro’ llegó contaminado con agua.
El hecho motivó una demanda de la firma estatal en contra de su proveedor. En ella, la ENAP expone que el agua que contaminó el crudo provenía justamente de los pozos petroleros de la Cabinda Gulf Oil Company. Esto, en base a un informe encargado por la firma chilena y emitido, en palabras de la estatal “por una importante consultora internacional en materia marítima”.
A través de la ofensiva judicial, la ENAP solicitó al Juzgado de Letras de Quintero que se designe a un juez árbitro para llegar a un acuerdo con Cabinda.
El tribunal fijó audiencia para el 19 de julio próximo, para lo que la Corte Suprema ya emitió un exhorto internacional, a fin de solicitar la comparecencia de la compañía extranjera en suelo nacional.
“Estamos ante un incumplimiento de un contrato comercial y como ENAP buscamos que se nos solucione favorablemente este hecho. Se trata de una compra de crudo que no cumplió con la calidad acordada”, explican desde la petrolera chilena requeridos por BBCL Investiga.
“En materia marítima, las diferencias entre las partes derivadas de los incumplimientos que podrían producirse en las entregas de los distintos cargamentos, son conocidos por árbitros designados por los tribunales, donde deben concurrir las partes. En este caso, una de ella tiene domicilio en Angola”, añaden.
Asimismo, acotan que el episodio es propio de la actividad petrolera y que la totalidad del embarque en que se produjo esta dificultad, corresponde sólo al 1% de las compras totales de crudo de ENAP.
En el caso particular del Front Loki, la compañía aclara que el cargamento traía cerca de 5.880 metros cúbicos de agua para una capacidad total de 150.000. Es decir, cerca de un 4%.