Agricultura y veraneantes ahogan al Mar Menor de España

Créditos: José Miguel Fernández | Agence France-Presse
Publicado por Emilio Lara
La información es de Agence France-Presse

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Jueves 26 agosto de 2021 | Publicado a las 08:40

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Más de cinco toneladas de peces muertos fueron extraídas en la última semana y media del Mar Menor, una laguna salada del sureste de España que fue un paraíso turístico y que ahora agoniza por la falta de oxígeno ligado a los nitratos de uso agrícola.

Los peces agonizando con la boca prácticamente fuera del agua, tratando de respirar algo, junto a las canastas llenas de animales ya muertos en la arena, se han convertido en las estampas de este episodio.

El lunes, en el séptimo día de muertes masivas, las autoridades regionales cifraron en entre 4,5 y 5 toneladas la cantidad de peces retirados, pero los animales muertos siguieron apareciendo.

“La mortalidad de fauna más grave de la historia conocida del Mar Menor no ha terminado”, aseguró el miércoles en un tuit el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

“Es una situación dramática”, resumió a la AFP el presidente de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), Pedro García, que habló de “una estampida” de turistas y que estimó que la cifra de mortandad de peces podría duplicar la que cifran las autoridades.

“Llevo tres años sin poder bañarme, con una peste horrible”, lamentaba una mujer en la playa, en declaraciones a la televisión TVE.

Una de las mayores lagunas saladas del Mediterráneo

Con una superficie de unos 135 kilómetros cuadrados, el Mar Menor es una de las mayores lagunas litorales hipersalinas del Mediterráneo, separada de este mar por una barra de arena de 22 kilómetros, con una profundidad máxima de siete metros.

Según los científicos, el principal factor responsable de la falta de oxígeno en esta albufera es la llegada a la laguna de cientos de toneladas de nitratos de los abonos procedentes de la agricultura intensiva.

Los fertilizantes estimulan en la laguna el crecimiento de algas (fitoplancton), que forman una capa verde o marrón en la superficie, impiden la llegada de luz al fondo, matan a la vegetación del suelo marino, y luego, al morir y descomponerse, reducen el oxígeno.

Así, se crean bolsas donde la vida es imposible, un fenómeno conocido como “eutrofización”, que produce el colapso de ecosistemas acuáticos.

La ministra de Transición Ecológica, la socialista Teresa Ribera, visitó el miércoles el Mar Menor y acusó al gobierno regional, en manos del Partido Popular, de ignorar las prácticas irregulares de la agricultura.

“No cabe disimular, ya está bien de mirar para otro lado”, aseguró en conferencia de prensa, recordando que hay en la zona “8 mil hectáreas sin título adecuado para riego, con extracciones ilegales de agua o con un volumen de agua muy superior al concesionado”.

Los agricultores dicen sentirse injustamente acusados. “Están perjudicando a un sector que cumple escrupulosamente con toda la legislación”, dijo a la AFP Vicente Carrión, presidente de la delegación local de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).

Un paisaje muy dañado

Para el Colegio Oficial de Biólogos de la Región de Murcia no hay duda: el vertido de nitrógeno “explica, sin ningún género de dudas la crisis eutrófica actual que resulta en la elevada mortandad de animales, el mal olor, y la turbidez del agua de la laguna”.

Es el segundo episodio similar desde 2019, pero en aquella ocasión la cantidad de peces muertos fue inferior, de unas tres toneladas.

Pedro García cree que la llegada de nitratos al agua es el primer problema, pero no el único: “el excesivo número de puertos deportivos, la destrucción de la costa por las urbanizaciones, la llegada todavía de grandes cantidades de sedimentos mineros…”.

“Es un paisaje muy alterado” y el costo económico de la crisis “está siendo brutal, la estampida que se produjo de la gente que estaba pasando las vacaciones fue enorme”, añadió.

La ola de calor vivida a mediados de agosto tampoco ayudó a los peces, según el Instituto Español de Oceanografía: la eutrofización “disminuye su resiliencia, es decir, su capacidad para resistir alteraciones como las que puede provocar el estrés térmico de una ola de calor u otro factor”.

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