El Gobierno ya prepara el despliegue de las Fuerzas Armadas en el norte del país, para controlar los flujos migratorios.
Dos decretos fueron enviados a Contraloría, lo que fue valorado por la oposición, pero cuestionado por sectores oficialistas.
Es una decisión que se materializó el 9 de febrero, cuando el Gobierno presentó un Decreto con Fuerza de Ley ante la Contraloría -que ya tomó razón-, para autorizar el despliegue militar en la frontera de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, donde la situación migratoria se mantiene con escaso control.
Según el documento, se permite a las Fuerzas Armadas realizar controles de identidad, registrar vestimentas o vehículos, y practicar detenciones para poner a la persona a disposición de las policías.
Se autoriza, además, el empleo disuasivo de vehículos, granadas de humo, gas pimienta o lacrimógeno, proyectiles de pintura, armamento antidisturbios y efectuar disparos con arma de fuego sin apuntar a las personas.
El presidente del Partido Radical, Leonardo Cubillos, confirmó que esto fue informado por el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, en el comité político de este lunes.
Ahora, el Gobierno está a la espera de la toma de razón de un segundo Decreto Supremo, para normar la Ley de Infraestructura Crítica, en el cual se especificarán las zonas en las cuales podrán operar las Fuerzas Armadas.
La senadora del Partido Republicano, Carmen Gloria Aravena, valoró esta decisión, mientras que el diputado del Partido Ecologista Verde, Félix González, dijo no estar de acuerdo.
En el territorio, autoridades regionales y comunales han mostrado su preocupación respecto de esta medida.
Por ejemplo, los gobernadores de Arica, Jorge Díaz, y de Antofagasta, Ricardo Díaz, si bien valoraron la iniciativa del Ejecutivo, indicaron que es insuficiente.
El alcalde de Colchane, Javier García, aseguró que este tipo de medidas deben tomarse hablando con los jefes comunales, ya que las experiencias previas en cuanto al despliegue militar no han sido buenas.
El Gobierno espera que entre los meses de marzo y mayo, terminen de definirse las funciones y el nivel de despliegue que tendrán las Fuerzas Armadas en las zonas fronterizas del norte del país.