El Gobierno destacó un 2022 mejor que lo esperado en materia de empleo, mientras la economía retrocedió un 1% en diciembre, superando las expectativas del mercado.
En el Gran Santiago, la tasa de desempleo cayó desde 8,5 a 7,4% en el último trimestre, aunque los nuevos puestos de trabajo se concentraron mayormente en el comercio, según constató el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile.
Aunque ya terminó el mes de enero, en términos estadísticos, recién se está haciendo el cierre del 2022 y empiezan a consolidarse los datos, por ejemplo, respecto del mercado laboral y el crecimiento económico.
Y si bien la actividad económica está yendo a la baja, algunos expertos hablan de señales de resiliencia. Si uno ve los datos de diciembre, la producción industrial cayó un 1% y acumuló siete meses consecutivos a la baja. Sin embargo, mostró un mejor desempeño que en noviembre, e incluso tuvo números azules en actividades como la minería.
Caso similar al del comercio, donde la actividad disminuyó con fuerza, un 8,3% en doce meses, pero también tuvo un crecimiento desestacionalizado. Ahora, pese a esta señal, hay razones de fondo golpeando a estas actividades, tal como explican Juan Ángel San Martín de BCI Estudios y Carolina Molinare, del OCEC-UDP.
¿Qué se dice respecto al empleo? Esta semana conocimos los datos a nivel nacional, con datos positivos respecto a la creación de empleos, pero que no alcanzaron a revertir la tendencia negativa que se acumula.
Un escenario similar al presentado en las cifras del Gran Santiago, que son las que mide el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, donde se constató que en el último trimestre del año pasado, la tasa de desempleo cayó desde 8,5% hasta 7,4%.
Se crearon 104 mil puestos de trabajo y, además, la participación laboral superó el 60% por primera vez en dos años. Ahora, si bien la tasa es más baja que el promedio de los últimos 20 años, la directora del Centro, Lorena Flores explicó que buena parte de los nuevos empleos están concentrados en comercio, y podrían ser temporales.
Los datos de tendencia en el empleo no son positivos, con una tasa de desocupación que, restando este componente estacional, acumula cinco meses consecutivos aumentando. Sin embargo, en el dato puntual, la creación de 20 mil plazas laborales es la más alta desde mayo.
Por eso, en el Gobierno son optimistas. El ministro de Economía, Nicolás Grau hizo un llamado: que el ánimo y las expectativas comiencen a basarse en estadísticas.
Teniendo las proyecciones económicas sobre la mesa, la gran duda es cómo va a afectar este escenario a la creación de empleos. Tomás Flores, economista senior de Libertad y Desarrollo, no descarta que el escenario externo pueda atenuar el aterrizaje de la economía.
Sin embargo, Helmut Franken, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Santo Tomás, advierte que las señales de recuperación están lejos de ser claras, y se verá un mayor deterioro.
La economía retrocedió 2,5% en noviembre, y la expectativa de los expertos consultados por el Banco Central apuntaba a un 2,7% de caída. Sin embargo, el consenso es que podría ser algo menor, en base a los datos sectoriales, cerca del -2%, y el PIB habría crecido 2,7% el año pasado.