Antes del receso legislativo que comienza este martes, el gobierno alcanzó a ingresar el paquete de indicaciones al proyecto que moderniza el Sistema de Inteligencia.
La Comisión de Defensa acordó ya en el mes de marzo comenzar las votaciones, en la iniciativa que crea la Secretaría Nacional de Inteligencia y el Consejo Asesor de Inteligencia, además de terminar con la Agencia Nacional actual.
Los parlamentarios ponen sus dudas en el exceso de facultades del nuevo rol y la cantidad de instituciones que manejarán información secreta.
Fue en la primera sesión de la Comisión de Defensa de la Cámara baja, en marzo del 2022, que el Gobierno se comprometió a ingresar un paquete de indicaciones al proyecto que moderniza el Sistema de Inteligencia, para una regulación que lleva 18 años sin actualizarse y acumula cinco años en el parlamento.
Con la creación de la Secretaría Nacional de Inteligencia y el Consejo Asesor de Inteligencia, se busca dar un nuevo marco institucional con nuevos cargos y responsabilidades a una serie de instituciones y autoridades.
El cargo de la secretaría durará 8 años siendo revisable al cuarto año y tendrá por objetivo principal, diseñar una política nacional de inteligencia, previa consulta del Consejo Asesor, que deberá aprobar el Presidente de la República.
El consejo será integrado por ministras y ministros de Interior, Hacienda, Justicia, Relaciones Internacionales y Defensa, además del subsecretario de Interior, que hará las veces de subsecretario Ejecutivo.
El Presidente de la Comisión de Defensa, Andrés Jouanett, presenta algunas objeciones: En simple, mucho poder y mucha información pasando por muchos organismos.
Dice que, como se hace en otros países, debiesen haber dos personas a cargo y no solo una e intuye que la incorporación de un secretario adjunto, se hizo solo para aplacar los cuestionamientos del parlamento.
Jouanett se refiere a un encuentro con el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve en La Moneda, en donde se discutieron cuestionamientos a la figura del ‘Zar’ de la inteligencia, cómo se ha dado en llamarle.
Pero también a la forma en que se trabajaron las indicaciones y el tiempo que tardaron en ingresarlo. Este punto que es político y no técnico, lo pone sobre la mesa el diputado independiente-UDI, Álvaro Carter, quien durante el año fue recordando el compromiso que hizo el ejecutivo hace 11 meses.
Este es un trámite que ya tiene un camino trazado. La comisión acordó iniciar la votación del texto de 47 páginas de indicaciones la semana del 21 de marzo, aunque esa decisión podría ser revisada a la vuelta del receso legislativo.
El diputado de Acción Humanista, Tomás Hirsch, se refirió al formato de trabajo acordado para recibir visitas y comenzar a votar el articulado en la Comisión de Defensa, recordando que hay sobre la mesa peticiones para que las comisiones de Seguridad e Inteligencia, se puedan involucrar en el trámite.
El diputado socialista de la Comisión de Inteligencia, que es de carácter secreto, Tomás de Rementería, valoró que existe un alto estándar de manejo de la información y que Chile se moderniza, utilizando un sistema de responsabilidad sobre datos de inteligencia como lo hacen Estados Unidos o España.
Sin embargo, si advierte que hay que trabajar en el llamado ‘sistema de traducción’: Básicamente, la manera en que información sensible sobre objetivos y capacidades del estado, se puede convertir en información judicial que lleve a persecuciones penales públicas.
Otros cuestionamientos que deberá resolver el gobierno son: El exceso de concentración de los datos y la cantidad de instancias en las que debe reportarse, tanto anual y semestralmente en el Congreso Nacional, además de la incorporación de Gendarmería, el Servicio de Impuestos Internos y otras instituciones que comenzarán a integrar la red.
También llamó la atención el posible rol de docente que podría tener la secretaría de inteligencia en simultáneo a su labor, y hasta su eventual postulación a cargos públicos dos años después de dejado el cargo. Aquí hay parlamentarios que ya plantean un sueldo garantizado por un período de tiempo y que esta dirección no pueda postular a cargos públicos.
La primera semana de marzo comenzará el largo camino para dar un nuevo marco institucional a la inteligencia en Chile, uno en el que además, siguen peticiones para integrar a las Fuerzas Armadas y a ex ministros de Estado, que podrían llevar a más cambios en el trámite.