Causa y Efecto: La erosión de la diplomacia chilena y cómo evitar sesgos en acciones políticas

Las declaraciones del presidente Gabriel Boric respecto a la situación política de Perú y la escalada de violencia en las manifestaciones aun siguen repercutiendo y pese a que su opinión en cuanto a a los derechos humanos es válida, sigue en juicio la forma en que lo hizo al ser un jefe de Estado.

Un hecho que recuerda a lo acontecido en 2022 con el embajador israelí, Gil Artzyeli, tras el asesinato de un joven en Gaza, que derivó en el caso de las cartas credenciales con el embajador israelí y que fue visto con mucha preocupación de esa nación.

Una erosión en la diplomacia chilena que coincide con la llegada al poder de este nuevo Gobierno pero que de momento pareciera estar dándole una segunda oportunidad de remediarlo incluso con hechos tan evitables como la filtración de audio de la reunión reservada de Cancillería por los dichos el embajador argentino, Rafael Bielsa, respecto al proyecto Dominga.

Con un eventual cambio de gabinete y nuevos desafíos con la llegada de marzo, ahora desde el Gobierno deberán implementar acciones que dejen fuera los sesgos políticos e ideologías cuando se traten de asuntos internacionales.

Sumado a un completo análisis del contexto antes de querer emitir cualquier declaración pública que pueda poner en juego las relaciones diplomáticas.