Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó controvertido impuesto al patrimonio

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La comisión de Hacienda de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó el controvertido impuesto al patrimonio, y despachó la Reforma Tributaria del Gobierno a la sala de la corporación.

El Ejecutivo espera aprobar la iniciativa -y enviarla al Senado- a más tardar durante los primeros días de marzo.

Casi siete meses pasaron desde que, en el mes de julio del año pasado, el Gobierno presentó los detalles de su proyecto de reforma tributaria, con el cual -inicialmente- pretendía recaudar 4,1% del PIB y que después de varias indicaciones modificó a una meta de 3,6%.

Una reforma que se centra en mejorar el combate a la evasión y elusión tributaria, además de recaudar más en impuestos personales, una brecha importante que se consignó -además- en un informe OCDE.

Ayer, la comisión de Hacienda de la Cámara destinó más de 6 horas de debate a terminar con la primera etapa de discusión y despachó el proyecto a la sala de la Corporación. Si bien una mayoría oficialista aprobó todos los artículos que quedaban pendientes, no se lograron grandes acuerdos con los parlamentarios de oposición.

Eso quedó en evidencia, por ejemplo, en uno de los puntos más controvertidos: el impuesto al patrimonio. Una medida que desincentiva el ahorro y la inversión, según la dura crítica que hizo el diputado UDI, Guillermo Ramírez, acusando de populismo a quienes la impulsan.

Aunque este impuesto recauda menos de medio punto, según los cálculos del Ejecutivo, demuestra la distancia política en el debate. El ministro de Hacienda, Mario Marcel justificó esta idea, en un contexto donde la recaudación sobre patrimonio en los países OCDE es 4 veces superior, más allá de las distintas fórmulas que hay al respecto.

Con una metáfora, el jefe del equipo económico de La Moneda defendió la justicia distributiva de este impuesto.

En general, la oposición fue crítica respecto de la forma en que el Ejecutivo abordó este debate. El Gobierno dice que ha sido flexible, cediendo más de 40 indicaciones, con aspectos claves como la eliminación del impuesto de salida o las modificaciones a la exención tributaria de viviendas DFL2; sin embargo, también hizo uso de su mayoría parlamentaria para aprobar los puntos controversiales.

Por eso, el diputado RN, Miguel Mellado dijo esperar que el proyecto mejore en el Senado, y dijo que todavía no hay que celebrar, recordando lo que fue la reforma previsional del Gobierno anterior.

Lo cierto es que hay una distancia política entre ambos bloques que se manifiesta claramente en la discusión de impuestos, y por eso el diputado socialista, Jaime Naranjo dijo no esperar mayor colaboración de los diputados de oposición en el Congreso.

Lo que no está claro aún son los plazos. Este proyecto cuenta con discusión inmediata, pero el calendario de la Cámara está bastante estrecho, pese a que el oficialismo va a insistir con aprobar este proyecto antes del receso legislativo. Dicen que no hacerlo sería una señal negativa ante la opinión pública.

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La comisión de Hacienda de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó el controvertido impuesto al patrimonio, y despachó la Reforma Tributaria del Gobierno a la sala de la corporación.

El Ejecutivo espera aprobar la iniciativa -y enviarla al Senado- a más tardar durante los primeros días de marzo.

Casi siete meses pasaron desde que, en el mes de julio del año pasado, el Gobierno presentó los detalles de su proyecto de reforma tributaria, con el cual -inicialmente- pretendía recaudar 4,1% del PIB y que después de varias indicaciones modificó a una meta de 3,6%.

Una reforma que se centra en mejorar el combate a la evasión y elusión tributaria, además de recaudar más en impuestos personales, una brecha importante que se consignó -además- en un informe OCDE.

Ayer, la comisión de Hacienda de la Cámara destinó más de 6 horas de debate a terminar con la primera etapa de discusión y despachó el proyecto a la sala de la Corporación. Si bien una mayoría oficialista aprobó todos los artículos que quedaban pendientes, no se lograron grandes acuerdos con los parlamentarios de oposición.

Eso quedó en evidencia, por ejemplo, en uno de los puntos más controvertidos: el impuesto al patrimonio. Una medida que desincentiva el ahorro y la inversión, según la dura crítica que hizo el diputado UDI, Guillermo Ramírez, acusando de populismo a quienes la impulsan.

Aunque este impuesto recauda menos de medio punto, según los cálculos del Ejecutivo, demuestra la distancia política en el debate. El ministro de Hacienda, Mario Marcel justificó esta idea, en un contexto donde la recaudación sobre patrimonio en los países OCDE es 4 veces superior, más allá de las distintas fórmulas que hay al respecto.

Con una metáfora, el jefe del equipo económico de La Moneda defendió la justicia distributiva de este impuesto.

En general, la oposición fue crítica respecto de la forma en que el Ejecutivo abordó este debate. El Gobierno dice que ha sido flexible, cediendo más de 40 indicaciones, con aspectos claves como la eliminación del impuesto de salida o las modificaciones a la exención tributaria de viviendas DFL2; sin embargo, también hizo uso de su mayoría parlamentaria para aprobar los puntos controversiales.

Por eso, el diputado RN, Miguel Mellado dijo esperar que el proyecto mejore en el Senado, y dijo que todavía no hay que celebrar, recordando lo que fue la reforma previsional del Gobierno anterior.

Lo cierto es que hay una distancia política entre ambos bloques que se manifiesta claramente en la discusión de impuestos, y por eso el diputado socialista, Jaime Naranjo dijo no esperar mayor colaboración de los diputados de oposición en el Congreso.

Lo que no está claro aún son los plazos. Este proyecto cuenta con discusión inmediata, pero el calendario de la Cámara está bastante estrecho, pese a que el oficialismo va a insistir con aprobar este proyecto antes del receso legislativo. Dicen que no hacerlo sería una señal negativa ante la opinión pública.