La Cámara de Diputadas y Diputados, rechazó el fondo de la Acusación Constitucional contra el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, derribando el juicio político impulsado por la bancada del Partido Republicano.
La Democracia Cristiana y sus ex parlamentarios, las abstenciones de Chile Vamos, y las gestiones del Gobierno para asegurar la presencia total del oficialismo, inclinaron la balanza en favor del secretario de Estado.
El tablero mostró los números duros y un resultado claro que fue predecido durante semanas, pero la historia del día en que la Cámara de Diputadas y Diputados resolvió rechazar la acusación al ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, se cuenta con otros matices.
Fueron 76 votos en contra, entre los que se cuentan 4 parlamentarios que estaban con licencia médica y uno que debía operarse el mismo día de la votación, el liberal Luis Malla. También el apoyo de la Democracia Cristiana y los diputados que renunciaron a ese partido, y por cierto, el rechazo cerrado de todo el oficialismo.
Pero también contribuyeron las abstenciones de Chile Vamos: Ximena Ossandón, Eduardo Durán y Joaquí Lavín. Y votos como el de Felipe Camaño y Camila Musante, que también se abstuvo, contribuyeron a despejar ese claro que se abría hacia una potencial aprobación.
El ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, valoró que culmine un proceso que calificó como evitable y el jefe de bancada de republicanos, José Meza, criticó lo que consideró como excesivas gestiones del Ejecutivo.
En efecto hubo 10 ministros de Estado en la Cámara Baja y el trabajo de sus equipos para asegurar que el triunfo se mantuviese holgado.
En Renovación Nacional y la UDI, mantuvieron relativo silencio tras el resultado. Muchos sentían que no era ni su derrota ni su victoria, pero no podían dejar el flanco abierto para la arremetida de republicanos, si sus votos resultaban clave.
Musante explicó que su abstención constituye una suerte de protesta a la conducción del gobierno, y Eduardo Durán, que tampoco apoyó la acusación, aprovechó de hacer un llamado al Presidente de la República, a ‘sacarle trote’ a Jackson.
La UDI salió de la línea de las críticas, pese a que no pudo contener la abstención de Joaquín Lavín, anunciando desde bien temprano que el diputado Christian Moreira, que el miércoles anunció que votaría en contra, terminó votando a favor. 22 de 22 gremialistas estuvieron por destituir a Jackson.
Henry Leal valoró esa inmensa mayoría, mientras que el diputado Calisto explicó por qué después de mucha reflexión, el Centro Democrático Unido resolvió en bloque, votar contra el libelo acusatorio.
En el oficialismo hubo valoraciones algo tímidas, pero satisfechas de derribar un juicio político al que nunca le vieron justificación de ningún tipo.
La diputada de Comunes, Camila Rojas, celebró el apoyo de diputados que no son de Gobierno, entendiéndolo como una aval a la labor del ministro, y el jefe de bancada del PC, Boris Barrera, dijo que Republicanos se quedó solo.
Fue una jornada de muchas tensiones, en las que hubo incertidumbre hasta el final, pese al resultado claro del hemiciclo. Es el segundo proceso iniciado por Republicanos y el segundo rechazado.
La línea ya está dibujada desde el Partido de la Gente, sus diputados renunciados, Chile Vamos y los acusantes, con un grupo de parlamentarios de fuerzas intermedias que entre acuerdos, licencias y ausencias, inclinaron la balanza a favor de uno de los fundadores de la coalición central de Gobierno.