La actividad económica sorprendió a las expectativas y se contrajo un 0,2% en septiembre, anotando la primera variación negativa desde febrero del año pasado, empujada por el comercio y la industria.
Si bien el desempeño de los servicios permitió un resultado mejor de lo esperado, los especialistas prevén una contracción sostenida de la actividad económica -al menos- hasta mediados de 2023.
Aunque en el dato de actividad económica mensual de agosto se produjo una sorpresa y no se registró la variación negativa que estaba anticipando el mercado, los números rojos que dan paso a una recesión económica en 2023 deberían comenzar con el Imacec de septiembre.
Esto ya se podía anticipar, por ejemplo, con el desempeño que mostraron tanto el comercio, con una caída del 12,3% como también la actividad industrial, que retrocedió en 1,6 puntos porcentuales.
Justamente el comercio, y otros sectores como la construcción, son los que están dando luces de este ajuste, tal como explica Carolina Molinare, del OCEC UDP, que además concuerda en pronosticar que este dato será el primero de varios a la baja, tal como también señala Juan Ángel San Martín, de BCI Estudios.
Se avecina, según las proyecciones, el punto más bajo de este ciclo económico negativo que, en términos generales, debería mostrar decrecimiento hasta agosto o septiembre, pero que en términos desestacionalizados debería durar un poco menos.
Es la apuesta que ha dado el Gobierno, pero que cuenta también con un entorno desafiante. Según Víctor Espinosa, economista y académico de Faro UDD, en el contexto de crisis es fundamental entregar las señales correctas para potenciar la inversión privada.
Si bien el Presidente Gabriel Boric planteó que La Moneda tiene “las puertas abiertas” al empresariado, en el encuentro anual de la Sofofa, y estos dijeron que cobrarán la palabra, hay nerviosismo e incertidumbre cada vez más instalada por las reformas estructurales.
Los líderes empresariales no esconden que tanto el proyecto tributario como lo que se conoce de pensiones aún no convence, y según Guillermo Tagle, presidente de CrediCorp Capital que participó de este encuentro, el manejo político de esta arista será fundamental.
Si bien el FMI volvió a recortar las proyecciones de crecimiento para Chile, también señalaron que esto es parte del “ajuste necesario”; una hipótesis que han suscrito desde el Gobierno, donde de hecho el ministro de Hacienda resaltó a finales de la semana pasada que, aunque el crecimiento se está deteriorando, “estamos muy lejos de la catástrofe que muchos analistas han estado proyectando”.