El Gobierno anunció las indicaciones que presentará para reactivar el proyecto de reducción de jornada laboral a 40 horas semanales, que se implementará de forma gradual, en un plazo de cinco años.
La iniciativa contempla, además, mecanismos de compensación para los rubros con jornadas extraordinarias, lo que fue valorado por el empresariado y la Central Unitaria de Trabajadores.
Fue el año 2005 la última vez que en Chile se implementó una reducción de jornada laboral, desde 48 a 45 horas semanales, y más de 15 años después es el gobierno del Presidente Gabriel Boric el que pretende consagrar una nueva reforma, materializando una propuesta que está desde el año 2017 en el Congreso.
En este caso, se apunta a una reducción desde 45 a 40 horas semanales y el Gobierno ha puesto suma urgencia a esta discusión para reactivar el debate en la comisión de Trabajo del Senado.
El anuncio lo encabezó el Presidente Gabriel Boric, quien de hecho hizo alusión a esa reforma aprobada el año 2001 en el gobierno del expresidente Ricardo Lagos, donde dijo que encontró una resistencia similar a la del proyecto de “40 Horas” en el gobierno pasado.
Lo cierto es que la discusión, desde entonces, ya está bastante madura y por eso el mandatario recalcó el criterio que está detrás de la norma.
Si bien el proyecto está congelado desde el 2019, el Gobierno ahora está proponiendo una serie de indicaciones para renovarlo. En el espíritu es bastante similar, y se centran principalmente en gradualidad y flexibilidad para la norma.
Respecto al plazo de implementación, se propone una gradualidad de cinco años con tres estaciones, lo que es justamente el plazo que en la CPC habían calificado como razonable.
Por eso, el presidente del gremio empresarial, Juan Sutil recalcó que este es uno de los aspectos fundamentales del proyecto, dando espacio a las empresas para adaptarse a este mayor costo laboral, que también está presionado por el sueldo mínimo y la futura reforma de pensiones.
El otro eje central de este proyecto tiene que ver con la adaptabilidad, se recogen casos particulares como las trabajadoras de casa particular, el sector minero y los trabajadores marítimos, pero todo en base a una regla general que es la opción de acordar, entre empleadores y trabajadores, una compensación por las horas de trabajo extraordinario, a través de hasta seis días semestrales de descanso.
El objetivo central, según explicó la ministra del Trabajo, Jeannette Jara es que nadie quede fuera de esta reforma.
Hay un énfasis importante en calidad de vida, y por eso también se proponen mecanismos compensatorios para personas cuidadoras, entregando flexibilidad sobre sus horarios, e incluso la idea del Gobierno es actualizar el artículo 22 del Código del Trabajo, aquellas labores que están fuera de la jornada extraordinaria, para darle nuevos “bordes”.
En ese sentido, el presidente de la CUT, David Acuña destacó que se haya logrado un acuerdo amplio en estas materias, pero recordó que varias empresas han adelantado la implementación de la norma.