En la segunda semana de mayo, las tasas de interés para préstamos de consumo llegaron a su nivel más alto desde el año 2015 y expertos no descartaron ajustes adicionales generados por una mayor inflación.
La política monetaria del Banco Central sería la principal razón del encarecimiento del crédito, lo que según el ministro de Hacienda, Mario Marcel, es necesario para contener el encarecimientos de bienes y servicios.
Aunque la inflación pareciera no advertir el alza de tasas de interés que ha impulsado el Banco Central, con cifras que siguen estando en la parte alta de las proyecciones, la oferta de crédito a nivel local sí está evidenciando el efecto de la política monetaria más contractiva.
Sobre todo en los créditos de corto plazo, las cifras que conocimos hoy dan cuenta que los préstamos de consumo se están entregando con una tasa de interés promedio de 26,98% a nivel nacional.
Estos son los niveles más altos en siete años. En febrero del año 2015 fue la última vez que se vieron rangos en torno al 27%. Lo más probable es que las cifras, además, tengan espacio para seguir aumentando.
Si bien el ministro de Hacienda, Mario Marcel mostró confianza en que los factores que están empujando la inflación decaigan el segundo semestre, también recordó que la contracción del consumo es necesaria para recuperar los equilibrios que perdió la economía el año pasado.
Si bien hay cierta concordancia en que la inflación debería comenzar a ceder el segundo semestre, hay mucha incertidumbre asociada al escenario internacional. Así lo estima Enrique Paris, de la UST y también Radeck Biernacki de la UFT, quien además recuerda que es importante mantener controlado el escenario interno.
La contracara de la mayor inflación es, justamente, la política monetaria. Ahí, sin embargo, aunque el rango que se proyectó a comienzos de año pudo quedar desactualizado, Cristián Echeverría de la UDD cree que el BC podría ser cauteloso con las tasas de interés, tomando en cuenta que el cálculo contiene una visión –principalmente- de largo plazo.
El ministro Marcel fue claro al señalar que el objetivo central de la política monetaria es, justamente, encarecer el crédito para moderar el consumo e incentivar el ahorro.
Pero hay un sector que enfrenta todavía los costos de este ciclo económico negativo y es el segmento pyme. De hecho, el crédito comercial también exhibe una tasa promedio de 13,1%, cifras que no se veían desde el año 2009 y muy por encima del 5% pre-pandemia.
El director ejecutivo de ProPyme, Rodrigo Bon dice que ven con preocupación este escenario, que los golpea en el día a día.
Hay que recordar que, en el Informe de Política Monetaria de marzo, el BC proyectaba que la inflación llegara a un peak de 10% a mediados de este año y cayera hasta 5,6% en diciembre.
En abril, el alza de precios ya se ubicó en 10,5%, lo cual –muy probablemente- va a implicar una actualización de las proyecciones en el próximo IPoM del mes de junio.