El Gobierno confirmó un nuevo estado de excepción de emergencia para la Araucanía y las provincias de Arauco y el Biobío,dejando de lado la opción “intermedia” que venía negociando con los partidos oficialistas.
La centro derecha cuestiona la medida -calificada como acotada por el Gobierno- y alerta que los predios y espacios privados seguirán en peligro.
Desde que el ministro de la SEGPRES, Giorgio Jackson, no descartó declarar un Estado de Excepción Constitucional de Emergencia en la Macrozona sur el pasado domingo, que desde el Congreso ya sentían que había una decisión tomada.
Un parlamentario del Partido Socialista contó a La Radio el lunes por la mañana que la suspensión del comité político ampliado, ya auguraba la expresión que se usó después: Los Presidentes de Partido fueron invitados desde las 6 de la tarde, para ser informados del plan del ejecutivo.
Primero, lo ya conocido. El mando a las nuevas autoridades de la CONADI para reactivar el proceso de restitución de tierras, con la compra de predios, doblando el presupuesto destinado para este ítem. Además, se reactivará la tramitación del proyecto de ley que crea el Ministerio de Pueblos Indígenas en el Congreso Nacional.
El gobierno activará un proceso de Parlamentos territoriales, y buscando asesoría de las Naciones Unidas, se creará una instancia de diálogo formal entre los pueblos originarios y el Estado.
También se anunció un presupuesto de 400 mil millones de pesos para el Bío Bío y la Araucanía, con destino de inversión de obra pública, agua potable rural y capacidad en salud.
La ministra del Interior, Izkia Siches, llegó al final de su discurso al punto más urgente y más controversial: El gobierno anunció que decretará Estado de Excepción Constitucional de Emergencia en la macrozona sur, terminando con la idea del Estado de Protección y Resguardo.
En Apruebo Dignidad, son pocos los que están contentos, pero puertas afuera habrá respaldo cerrado al gobierno. Así se leyó por ejemplo, que el Presidente del Partido Comunista, Guillermo Tellier, apareciera en el anuncio detrás de la ministra Siches.
El líder del PC, confidenció que como directiva hicieron harto empeño para convencer a sus diputados de apoyar el Estado Intermedio, y según él, lo lograron con casi todos.
Tellier distanció esta medida de las declaratorias del gobierno anterior, y dijo que limitar el Estado a las carreteras es importante.
En el Frente Amplio, también había dudas. El Estado Intermedio no se anunció, y tuvo dos retrasos, porque no conformaba la poca claridad en el uso de la fuerza militar, cosa que en todo caso, esta declaratoria no resuelve por completo.
Emilia Schneider de Comunes, Diego Ibáñez de Convergencia Social, y Juan Ignacio Latorre de Revolución Democrática, reaccionaron con conformidad, pero advirtiendo los desafíos por venir.
Desde que la centro derecha escuchó la palabra acotado la tarde del lunes, supo que quedaría disconforme. En esto ven a un Partido Comunista que nuevamente sale fortalecido, y una propuesta del ejecutivo que tiene que ser explicada en el Congreso, ya sabiendo que como parlamento no podrán alterar su contenido.
La senadora de Renovación Nacional, María José Gatica, lo llamó Estado de Decepción y el jefe de bancada de la UDI en la cámara baja, Jorge Alessandri, dijo que los predios y caminos intermedios seguirán expuestos.
En la centro izquierda, lamentan la tardanza. Son las fuerzas que -siendo o no de gobierno- dieron carta blanca al ejecutivo, comprometiendo su apoyo en el ingreso de una iniciativa de Estado Intermedio, que por tiempos y voluntad política, no prosperó.
El jefe de bancada de la DC en la Cámara de Diputadas y Diputados, Erick Aedo, recordó que no pasó por ellos, si no que por el Frente Amplio y el Partido Comunista, que el estado de protección fuera una idea fracasada, y criticó que esta decisión se demoró demasiado.
Estos anuncios cerraron un capítulo, abriendo uno lleno de interrogantes. Cuál será el protocolo de uso de la fuerza de los militares, cual será el detalle de las circunstancias en que van a operar.
También hay molestia por haber ideado una estrategia de re-constituir la Comisión Mixta de infraestructura crítica, y ahora queda en el aire si los parlamentarios tendrán o no voluntad para perseverar en una sesión que debía ocurrir el miércoles, para una iniciativa que lleva años en el Congreso.
Y también la relación del bloque. Perdida entre la lluvia de declaraciones, apareció de nuevo la propuesta de un cónclave en Cerro Castillo, para buscar evitar el escenario que marcó los últimos siete días de gobierno: Dos coaliciones en desencuentro, en medio de una crisis nacional.