Banco Central elevó la Tasa de Política Monetaria de 7 a 8,25% reconociendo inflación alta

visitas

El Banco Central elevó la Tasa de Política Monetaria de 7 a 8,25%, reconociendo una inflación “por sobre lo previsto”, a causa de un consumo “resiliente” y mayores complicaciones en el escenario externo.

Expertos señalaron que el instituto emisor seguirá aumentando los tipos de interés, pese a que no hubo una proyección explícita sobre futuros ajustes.

La inflación de abril, en tanto, sorprendió a las expectativas del mercado aumentando 1,4%, acumulando un incremento de 10,5% en doce meses.

Es un ajuste que no sorprendió tanto, pero sigue estando en la parte alta de las proyecciones del mercado: en decisión unánime, el Banco Central elevó desde 7 a 8,25% la Tasa de Política Monetaria.

125 puntos base versus los 100 que estaba esperando el mercado. Son ya siete incrementos consecutivos en el tipo de interés de referencia para el mercado, que vuelve a su nivel más alto desde diciembre 2008.

El Banco Central reconoce con este movimiento que el pronóstico que hizo en el último IPoM quedó desactualizado, que la inflación ha estado “por sobre lo previsto” y los riesgos del proceso se intensifican.

Menciona como principales presiones inflacionarias los nuevos confinamientos en China, resultados sorpresivos de IPC e Imacec en marzo, depreciación del peso chileno y “consumo resiliente”.

Este último concepto es clave para el análisis, según Alejandro Fernández, gerente de Estudios de Gémines, quien interpreta que el Banco Central todavía no está viendo un “enfriamiento” marcado en la economía.

Un punto que ya es consenso entre los analistas, es que esto viene a reconfirmar una recesión económica hacia el segundo semestre, el Banco Central la está dando por descontada, subestima la desaceleración en la economía mundial y además castiga a la actividad con las tasas.

En el comunicado se señala que el escenario base del IPoM ya quedó atrás y por ende los parámetros de tasas de interés también. Sin embargo, no se menciona en forma explícita lo que ocurrirá, algo que recalca Sergio Lehmann, economista jefe de BCI quien cree que se perdió una oportunidad de dar una señal clara a las expectativas.

Se recoge una mayor incertidumbre con esta postura, tomando en cuenta lo difícil que es hacer proyecciones de mediano plazo. En el escenario externo, por ejemplo, hay dudas con lo que va a ocurrir con la oferta mundial de petróleo o de alimentos.

De hecho, Naciones Unidas ya emitió una alerta respecto del bloqueo ruso a los puertos ucranianos, lo que implica que habría 4 millones y medio de toneladas de grano sin exportar.

En ese escenario, en la medida que las reservas se vayan consumiendo, especialistas como Carlos Smith de la UDD y Víctor Espinosa de la Universidad Autónoma advierten que los precios van a aumentar, sobre todo por las dificultades productivas para sustituir.

Un tema complejo, la inflación, que ya se instala reduciendo el sueldo de las familias, según datos del INE. Aunque en marzo los salarios crecieron 7,4%, el alza de la inflación fue mayor, y por ende el poder adquisitivo retrocedió en 1,8% en el tercer mes del año, la caída más pronunciada desde el año 1993 para este indicador.

    visitas

El Banco Central elevó la Tasa de Política Monetaria de 7 a 8,25%, reconociendo una inflación “por sobre lo previsto”, a causa de un consumo “resiliente” y mayores complicaciones en el escenario externo.

Expertos señalaron que el instituto emisor seguirá aumentando los tipos de interés, pese a que no hubo una proyección explícita sobre futuros ajustes.

La inflación de abril, en tanto, sorprendió a las expectativas del mercado aumentando 1,4%, acumulando un incremento de 10,5% en doce meses.

Es un ajuste que no sorprendió tanto, pero sigue estando en la parte alta de las proyecciones del mercado: en decisión unánime, el Banco Central elevó desde 7 a 8,25% la Tasa de Política Monetaria.

125 puntos base versus los 100 que estaba esperando el mercado. Son ya siete incrementos consecutivos en el tipo de interés de referencia para el mercado, que vuelve a su nivel más alto desde diciembre 2008.

El Banco Central reconoce con este movimiento que el pronóstico que hizo en el último IPoM quedó desactualizado, que la inflación ha estado “por sobre lo previsto” y los riesgos del proceso se intensifican.

Menciona como principales presiones inflacionarias los nuevos confinamientos en China, resultados sorpresivos de IPC e Imacec en marzo, depreciación del peso chileno y “consumo resiliente”.

Este último concepto es clave para el análisis, según Alejandro Fernández, gerente de Estudios de Gémines, quien interpreta que el Banco Central todavía no está viendo un “enfriamiento” marcado en la economía.

Un punto que ya es consenso entre los analistas, es que esto viene a reconfirmar una recesión económica hacia el segundo semestre, el Banco Central la está dando por descontada, subestima la desaceleración en la economía mundial y además castiga a la actividad con las tasas.

En el comunicado se señala que el escenario base del IPoM ya quedó atrás y por ende los parámetros de tasas de interés también. Sin embargo, no se menciona en forma explícita lo que ocurrirá, algo que recalca Sergio Lehmann, economista jefe de BCI quien cree que se perdió una oportunidad de dar una señal clara a las expectativas.

Se recoge una mayor incertidumbre con esta postura, tomando en cuenta lo difícil que es hacer proyecciones de mediano plazo. En el escenario externo, por ejemplo, hay dudas con lo que va a ocurrir con la oferta mundial de petróleo o de alimentos.

De hecho, Naciones Unidas ya emitió una alerta respecto del bloqueo ruso a los puertos ucranianos, lo que implica que habría 4 millones y medio de toneladas de grano sin exportar.

En ese escenario, en la medida que las reservas se vayan consumiendo, especialistas como Carlos Smith de la UDD y Víctor Espinosa de la Universidad Autónoma advierten que los precios van a aumentar, sobre todo por las dificultades productivas para sustituir.

Un tema complejo, la inflación, que ya se instala reduciendo el sueldo de las familias, según datos del INE. Aunque en marzo los salarios crecieron 7,4%, el alza de la inflación fue mayor, y por ende el poder adquisitivo retrocedió en 1,8% en el tercer mes del año, la caída más pronunciada desde el año 1993 para este indicador.