En su última cuenta pública, el fiscal nacional, Jorge Abbott, reconoció que en diversos casos de corrupción el organismo no logró plena justicia.
El persecutor reveló, además, que el montaje de la Operación Huracán generó tensión y diferencias con el gobierno de Michelle Bachelet.
Se trató de la última cuenta pública del fiscal nacional, Jorge Abbott, ya que el 1 de octubre cumple 75 años: la edad límite para estar en el cargo y que le impide terminar su gestión que por ley son 8 años.
Fue un discurso de 26 páginas donde literalmente habló de todo, donde afirmó que los derechos humanos, violencia de género, delitos sexuales fueron áreas prioritarias en su gestión. Sin embargo, uno de los puntos claves, según conocedores del sistema penal, fue la corrupción.
Como es de costumbre, Abbott ejemplificó el trabajo del Ministerio Público con el denominado Caso Corpesca, que recordemos tiene al exsenador de la UDI, Jaime Orpis cumpliendo pena efectiva y con la inédita sentencia a la empresa.
Otras de las investigaciones que destacó es la que lidera el fiscal regional de Magallanes, Eugenio Campos, que en un principio era conocida como “Verde Austral”, o también llamada fraude en Carabineros.
En números, Abbott recalcó que desde el año 2016 a la fecha han logrado 136 sentencias condenatorias por lavado de activos, las que involucran a 292 personas. De ellas, solo las condenas por lavado de dinero de corrupción pública, durante este periodo alcanzan a 124 personas en 45 sentencias.
El fiscal nacional reconoció que en muchas ocasiones no pudieron alcanzar lo que ellos consideran como plena justicia.
Evidentemente hubo reacciones. El exfiscal que estuvo a cargo de la indagación de SQM y Penta, Carlos Gajardo, afirmó que ayer hubiese sido un buen día para hacer un mea culpa por los casos de corrupción que dañaron al país.
Otro de los temas que trató el jefe del Ministerio Público fue el montaje de la Operación Huracán, cuyo caso lleva más 4 años y continúa en la espera de la audiencia de preparación de juicio oral.
Recordemos que los acusados son 10 carabineros, un civil, y se le imputaron distintos delitos, entre ellos: asociación ilícita, obstrucción a la investigación, falsificación de instrumento público, sabotaje informático, entre otros.
Abbott, enfatizó que fueron los fiscales de La Araucanía quienes descubrieron que Carabineros manipuló evidencia contra comuneros mapuche. En esa línea, el persecutor recalcó que esto ocasionó fuertes tensiones y diferencias con el gobierno de Michelle Bachelet.
Juan Pablo Jaramillo, defensor del único civil acusado, Álex Smith, dijo que las declaraciones de Abbott son irrespetuosas y que se trató de una defensa corporativa.
Siguiendo en lo mencionado por Abbott en su última Cuenta Pública, defendió la figura del fiscal nacional en la nueva Constitución Política de la República.
Abbott afirmó que le parece que el debate que hoy se lleva adelante en la Convención Constituyente y que dará forma a la institución del mañana debe salvaguardar la conducción centralizada, autónoma, objetiva e independiente de las investigaciones penales, sin que haya cortapisas ni espacios vedados a la acción de los persecutores, así como tampoco, intervenciones de carácter político, económico o social.
Recordemos que la Comisión de Sistema de Justicia aprobó la figura del Fiscal Nacional, aunque no sería la única autoridad a cargo del Ministerio Público, ya que la iniciativa incluye a un Consejo Superior.