Amenaza a la seguridad mundial tras incendio por ataques a central nuclear en Ucrania

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El avance de las tropas rusas no para. Si ayer hubo una luz de esperanza, tras el primer acuerdo entre Rusia y Ucrania, éste se borró rápidamente.

Y es que durante las últimas horas en la central nuclear de Energodar, en la región de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania, se desató un incendio luego de que fuerzas rusas dispararan contra la planta y se ha declarado una amenaza para la primera unidad tras haber sido alcanzada por los proyectiles, informó el alcalde de la ciudad, Dmitry Orlov.

“¡Amenaza a la seguridad mundial! Como resultado del bombardeo enemigo continuo de edificios y unidades de la planta de energía nuclear más grande de Europa, la planta de energía nuclear de Zaporiyia está en llamas”, escribió en su cuenta de Telegram.

La Guardia Nacional confirmó el incendio en la planta en su canal oficial de la misma red social.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se dirigió hoy a Europa para pedirle que despierte ya ante el terrorismo nuclear de Rusia, después de que fuerzas rusas atacaran una central nuclear en el sureste del país y provocara con sus proyectiles un incendio.

“¡Europa debe despertarse ya! La central nuclear más grande de Europa está en llamas, se están desconectando ahora mismo unidades nucleares”, señaló en un vídeo colgado en la cuenta de Telegram de la oficina presidencial.

La jornada de ayer se se realizó la segunda ronda de negociaciones ruso-ucranianas y se llegó al acuerdo de crear corredores humanitarios en algunas zonas para evacuar a civiles y declarar un cese al fuego en esos lugares para permitirlo.

Zelenski aseveró que este conflicto acabará sólo por medio del diálogo con Vladimir Putin. “Tengo que hablar con Putin, no hay otra manera de terminar esta guerra”, dijo.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, destacó que la campaña militar rusa en Ucrania marcha exitosamente, elevó el heroísmo de los soldados rusos y denunció que los combatientes ucranianos han utilizado a extranjeros como rehenes.

“La operación especial militar avanza en estricta correspondencia con el cronograma, según los planes. Todas las misiones planteadas se cumplen exitosamente”, afirmó en una reunión del Consejo de Seguridad ruso, según las imágenes difundidas en televisión.

El Ministerio de Defensa de Rusia alertó de que no reconocerá como prisioneros de guerra a los mercenarios extranjeros que luchen en Ucrania contra el Ejercito ruso, que lleva a cabo la llamada operación militar especial ordenada por el presidente Putin.

El portavoz de la entidad castrense, Ígor Konashénkov, acusó a occidente del envío de mercenarios que “sabotean y atacan las columnas rusas de equipamiento y abastecimiento y los aviones de combate”.

Desde que Rusia inició la invasión de Ucrania, más de dos millones de ucranianos han tenido que abandonar sus casas, dijo la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet.

La mitad de ellos se han desplazado internamente y 1,04 millones han salido del país y buscado refugio en las naciones vecinas, según los registros de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, la ACNUR.

Bachelet criticó el ataque de Rusia contra Ucrania, advirtiendo sobre el “masivo impacto” en millones de ucranianos y la amenaza nuclear que hace pesar sobre el conjunto de la humanidad.

Lo cierto es que la ofensiva rusa se está desarrollando en cuatro direcciones: desde el norte del país, a través de las regiones de Chernóbil, Chernígov y Sumy hacia Kiev; desde el noreste hacia Járkov; desde el sur hacia Nikoláev, Zaporozhye y Mariúpol y la cuarta línea de ataque es desde las autoproclamadas repúblicas prorrusas de Donetsk y Lugansk, en el este del país.

En el este, Járkov fue bombardeado de nuevo la noche del miércoles. La Catedral de la Asunción, del siglo XVII, resultó dañada en ventanas y vidrieras.

Las tropas rusas avanzaron también al sur de Járkov hacia Izyum y Lozovaya. Por la noche, Izyum fue bombardeada y murieron seis civiles.

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El avance de las tropas rusas no para. Si ayer hubo una luz de esperanza, tras el primer acuerdo entre Rusia y Ucrania, éste se borró rápidamente.

Y es que durante las últimas horas en la central nuclear de Energodar, en la región de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania, se desató un incendio luego de que fuerzas rusas dispararan contra la planta y se ha declarado una amenaza para la primera unidad tras haber sido alcanzada por los proyectiles, informó el alcalde de la ciudad, Dmitry Orlov.

“¡Amenaza a la seguridad mundial! Como resultado del bombardeo enemigo continuo de edificios y unidades de la planta de energía nuclear más grande de Europa, la planta de energía nuclear de Zaporiyia está en llamas”, escribió en su cuenta de Telegram.

La Guardia Nacional confirmó el incendio en la planta en su canal oficial de la misma red social.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se dirigió hoy a Europa para pedirle que despierte ya ante el terrorismo nuclear de Rusia, después de que fuerzas rusas atacaran una central nuclear en el sureste del país y provocara con sus proyectiles un incendio.

“¡Europa debe despertarse ya! La central nuclear más grande de Europa está en llamas, se están desconectando ahora mismo unidades nucleares”, señaló en un vídeo colgado en la cuenta de Telegram de la oficina presidencial.

La jornada de ayer se se realizó la segunda ronda de negociaciones ruso-ucranianas y se llegó al acuerdo de crear corredores humanitarios en algunas zonas para evacuar a civiles y declarar un cese al fuego en esos lugares para permitirlo.

Zelenski aseveró que este conflicto acabará sólo por medio del diálogo con Vladimir Putin. “Tengo que hablar con Putin, no hay otra manera de terminar esta guerra”, dijo.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, destacó que la campaña militar rusa en Ucrania marcha exitosamente, elevó el heroísmo de los soldados rusos y denunció que los combatientes ucranianos han utilizado a extranjeros como rehenes.

“La operación especial militar avanza en estricta correspondencia con el cronograma, según los planes. Todas las misiones planteadas se cumplen exitosamente”, afirmó en una reunión del Consejo de Seguridad ruso, según las imágenes difundidas en televisión.

El Ministerio de Defensa de Rusia alertó de que no reconocerá como prisioneros de guerra a los mercenarios extranjeros que luchen en Ucrania contra el Ejercito ruso, que lleva a cabo la llamada operación militar especial ordenada por el presidente Putin.

El portavoz de la entidad castrense, Ígor Konashénkov, acusó a occidente del envío de mercenarios que “sabotean y atacan las columnas rusas de equipamiento y abastecimiento y los aviones de combate”.

Desde que Rusia inició la invasión de Ucrania, más de dos millones de ucranianos han tenido que abandonar sus casas, dijo la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet.

La mitad de ellos se han desplazado internamente y 1,04 millones han salido del país y buscado refugio en las naciones vecinas, según los registros de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, la ACNUR.

Bachelet criticó el ataque de Rusia contra Ucrania, advirtiendo sobre el “masivo impacto” en millones de ucranianos y la amenaza nuclear que hace pesar sobre el conjunto de la humanidad.

Lo cierto es que la ofensiva rusa se está desarrollando en cuatro direcciones: desde el norte del país, a través de las regiones de Chernóbil, Chernígov y Sumy hacia Kiev; desde el noreste hacia Járkov; desde el sur hacia Nikoláev, Zaporozhye y Mariúpol y la cuarta línea de ataque es desde las autoproclamadas repúblicas prorrusas de Donetsk y Lugansk, en el este del país.

En el este, Járkov fue bombardeado de nuevo la noche del miércoles. La Catedral de la Asunción, del siglo XVII, resultó dañada en ventanas y vidrieras.

Las tropas rusas avanzaron también al sur de Járkov hacia Izyum y Lozovaya. Por la noche, Izyum fue bombardeada y murieron seis civiles.