El calificativo “atorrantes”, usado por el jefe de campaña de Evelyn Matthei para referirse al Gobierno, provocó una fuerte polémica que marcó el tono de la contienda presidencial.
Las críticas aumentaron luego de que la propia candidata respaldara a su colaborador y señalara que, aunque ella prometió “portarse como señorita”, los chilenos ya tienen una opinión formada sobre la gestión del Ejecutivo.
Desde el oficialismo, la diputada y vocera del comando de Jeannette Jara, Gael Yeomans, calificó los dichos como “una discusión vacía, llena de insultos y sin propuestas”.
La parlamentaria sostuvo que la ciudadanía espera un debate presidencial centrado en soluciones concretas y no en descalificaciones personales entre los candidatos.
Yeomans agregó que el término “atorrante” tiene una connotación clasista, al vincular la supuesta flojera con ciertos sectores sociales. En esa línea, criticó que desde la derecha “compitan con Kast y Kaiser para ver quién lanza el insulto más grande”, en lugar de enfocarse en temas urgentes como el alza en las cuentas de la luz y las compensaciones que las eléctricas deben pagar a los usuarios.
Finalmente, la diputada sostuvo que los ataques del comando de Matthei responden a una “jugada de desesperación” ante el crecimiento de Kaiser en las encuestas.
Afirmó que este tipo de declaraciones muestran “una campaña en baja” y una contradicción entre el discurso de unidad de la candidata y el tono agresivo de sus voceros.