Profesora chilena en Texas realiza simulacros de tiroteos con alumnos

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¿Cómo es posible que en un país con el aparente mejor desarrollo humano se tenga que enseñar a los niños de cinco años a esconderse en sus propias salas de un potencial tirador?

¿Por qué estas situaciones ocurren tan seguido, y siempre teniendo como objetivo escuelas y universidades?

La paradoja que vive Estados Unidos con estas interrogantes (y muchas otras) no es nueva, pero en Texas, una pequeña comunidad de mayoría latina, sufrió un trauma luego de que un adolescente de 18 años asesinara a sangre fría a casi una veintena de menores de entre 7 y 8 años.

Las condolencias fueron rechazadas por quienes piden una mejor legislación respecto al porte de armas; Estados Unidos es una de las naciones donde más jóvenes y niños mueren por accidentes con armas de fuego, y sin embargo, poco y nada se hace para regularlas.

La profesora Belén Morales, chilena, comenta para “Podría ser Otra Cosa” sobre lo que implica vivir este día a día.

“Le enseño a niños entre 5 y 6 años cómo prepararlos para una atrocidad. En caso de un posible tirador, se cierra la puerta con llave, puertas y ventanas, la mayoría de los profesores tenemos una ventana en la puerta, y eso se cubre con papel para evitar que el tirador vea el interior” señala.

“Todo esto se tiene que hacer en pocos minutos, se debe actuar con rapidez. Los niños deben estar contra la pared en posición fetal y sin hablar” asegura.

“No se le puede decir a los niños que se lo tomen con un juego, porque significaría que podrían hacer ruido. Les decimos que existe una persona mala en el colegio, que quiere hacer daño. No les decimos que están con un arma, porque al ser tan pequeños, se podrían asustar y llorar (lo que implica salir del nivel 0 de silencio)” concluye.

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¿Cómo es posible que en un país con el aparente mejor desarrollo humano se tenga que enseñar a los niños de cinco años a esconderse en sus propias salas de un potencial tirador?

¿Por qué estas situaciones ocurren tan seguido, y siempre teniendo como objetivo escuelas y universidades?

La paradoja que vive Estados Unidos con estas interrogantes (y muchas otras) no es nueva, pero en Texas, una pequeña comunidad de mayoría latina, sufrió un trauma luego de que un adolescente de 18 años asesinara a sangre fría a casi una veintena de menores de entre 7 y 8 años.

Las condolencias fueron rechazadas por quienes piden una mejor legislación respecto al porte de armas; Estados Unidos es una de las naciones donde más jóvenes y niños mueren por accidentes con armas de fuego, y sin embargo, poco y nada se hace para regularlas.

La profesora Belén Morales, chilena, comenta para “Podría ser Otra Cosa” sobre lo que implica vivir este día a día.

“Le enseño a niños entre 5 y 6 años cómo prepararlos para una atrocidad. En caso de un posible tirador, se cierra la puerta con llave, puertas y ventanas, la mayoría de los profesores tenemos una ventana en la puerta, y eso se cubre con papel para evitar que el tirador vea el interior” señala.

“Todo esto se tiene que hacer en pocos minutos, se debe actuar con rapidez. Los niños deben estar contra la pared en posición fetal y sin hablar” asegura.

“No se le puede decir a los niños que se lo tomen con un juego, porque significaría que podrían hacer ruido. Les decimos que existe una persona mala en el colegio, que quiere hacer daño. No les decimos que están con un arma, porque al ser tan pequeños, se podrían asustar y llorar (lo que implica salir del nivel 0 de silencio)” concluye.