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La noche electoral en Estados Unidos dejó una señal clara: el Partido Demócrata contuvo el avance republicano y recuperó fuerza en estados clave como Nueva York, Virginia y Nueva Jersey. Pero el mapa, aunque favorable, no asegura un regreso triunfal definitivo. “El Partido Demócrata aún no puede cantar victoria”, advierte el estratega y exvocero del colectivo, Marco Frieri.
En conversación con Tomás Mosciatti en Bio Bio TV, Frieri vincula el repunte demócrata a un factor central: el costo de la vida. “El presidente Trump se eligió bajo la bandera del costo de vida (…) y en diez meses de gobierno no hemos visto una acción concreta para enfrentar esos problemas”, señala. Para el analista, la inflación, el encarecimiento de bienes y los efectos de medidas como la guerra arancelaria erosionaron la promesa económica republicana.
Eso abrió un espacio para el Partido Demócrata, que, según Frieri, decidió girar el foco: menos debates culturales, más bolsillo. “Estas victorias han demostrado que se escogen candidatos efectivos (…) hablando de eso y nada más, enfocado en lo importante”, afirma.
Pese al impulso electoral, rechaza cualquier triunfalismo, ya que la baja favorabilidad del partido, que ronda el 30%. “Es un número trágicamente más bajo que el mismo presidente”, subraya.
El primer alcalde electo musulmán de la ciudad de Nueva York
El análisis también pasa por las fracturas internas. Mientras en Nueva York el socialista democrático Zohran Mamdani ganó la alcaldía, gobernaciones como Virginia y Nueva Jersey quedaron en manos de figuras moderadas. “Lo que funciona en Nueva York no va a funcionar en Virginia (…) es volver a localizar la política del partido”, describe Frieri.
Sobre Mamdani, reconoce habilidades comunicacionales y de calle: “Es una modernización de cómo contactarse, cómo relacionarse con el electorado”. Pero también plantea dudas. “Algunas de sus propuestas son imposibles, algunas dañinas (…) está en un campo minado”, advierte, enumerando riesgos como el congelamiento de arriendos, la viabilidad fiscal o el choque con el gobierno federal, que financia un 20% del presupuesto de la ciudad.
Frieri anticipa que el éxito o fracaso del nuevo alcalde impactará en todo el partido. “El Partido Demócrata hoy va a ser el benefactor o el perdedor de un eventual éxito de Mamdani, o de una falla de gobernabilidad”, alerta.
Con elecciones de medio término a la vista, el diagnóstico es cauto: el desgaste de Trump creó la oportunidad, pero no garantiza la consolidación. El desafío, insiste, es no perder el foco. “Volver a conectar con la gente es lo básico”, resume.
