Mago chileno nominado como "escapista de la década" por los Merlin Awards 2022

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Considerado como uno de los 10 mejores escapistas del mundo, "El Mago del Fin del Mundo" no para de sorprender.

Chile vuelve a ser noticia por una disciplina poco explorada en nuestro país: la magia y el asombro que nos produce todo aquello que rompe lo imposible hasta el punto de desafiar nuestra lógica y sentida común.

En esta oportunidad, conversamos con el mago Jean Paul Olhaberry (ex Magic Twin), nominado como escapista de la década por los Premios Merlín, que reconocen a los más grandes artistas en el área que sigue deslumbrando con el correr de las décadas, y guardando un secretismo pocas veces develado.

Olhaberry practica desde los ocho años, convirtiéndose en uno de los mayores exponentes a nivel mundial. Sus hazañas no han pasado desapercibidas por el público al utilizar como escenario la ciudad y diferentes lugares de dispersión.

“Quiero llevar la magia mucho más allá del efecto que produce y conseguir que el espectador viva y se haga parte de una experiencia”, dice en su página web que puedes visitar haciendo click aquí.

Conocido también como “El Mago del fin del Mundo”, Jean Paul se convierte en el único latino en ser nominado para los Merlín Awards, premio que dará sus resultados mañana en su ceremonia celebrada en Las Vegas.

“El escapismo como disciplina lo impulsa Harry Houdini buscando proponer un desafío a lo imposible ocupando cuerdas, esposas y camisas de fuerza para someterse a situaciones extremas. Han sido años de trabajo para realizar ciertas perfomances, y efectivamente estas exposiciones muestras situaciones impactantes además de nuestra naturaleza” señala.

Este profesional de las artes se ha presentado tanto en Rapa Nui como en Valparaíso, llevando nuestros paisajes y turismo hacia el extranjero dejando de lado los espacios controlados o de carácter más urbano.

“Este es un entrenamiento muy riguroso, casi deportivo para trabajar con la respiración y con un equipo médico, y moviendo los límites. El acto llamado “inmersión” duró nueve horas dentro de una caja en la Plaza de Valparaíso, demostrando que podemos llegar mucho más allá de lo que creemos” afirma.

Para ver los videos de sus proesas, revisa sus redes sociales aquí

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Considerado como uno de los 10 mejores escapistas del mundo, "El Mago del Fin del Mundo" no para de sorprender.

Chile vuelve a ser noticia por una disciplina poco explorada en nuestro país: la magia y el asombro que nos produce todo aquello que rompe lo imposible hasta el punto de desafiar nuestra lógica y sentida común.

En esta oportunidad, conversamos con el mago Jean Paul Olhaberry (ex Magic Twin), nominado como escapista de la década por los Premios Merlín, que reconocen a los más grandes artistas en el área que sigue deslumbrando con el correr de las décadas, y guardando un secretismo pocas veces develado.

Olhaberry practica desde los ocho años, convirtiéndose en uno de los mayores exponentes a nivel mundial. Sus hazañas no han pasado desapercibidas por el público al utilizar como escenario la ciudad y diferentes lugares de dispersión.

“Quiero llevar la magia mucho más allá del efecto que produce y conseguir que el espectador viva y se haga parte de una experiencia”, dice en su página web que puedes visitar haciendo click aquí.

Conocido también como “El Mago del fin del Mundo”, Jean Paul se convierte en el único latino en ser nominado para los Merlín Awards, premio que dará sus resultados mañana en su ceremonia celebrada en Las Vegas.

“El escapismo como disciplina lo impulsa Harry Houdini buscando proponer un desafío a lo imposible ocupando cuerdas, esposas y camisas de fuerza para someterse a situaciones extremas. Han sido años de trabajo para realizar ciertas perfomances, y efectivamente estas exposiciones muestras situaciones impactantes además de nuestra naturaleza” señala.

Este profesional de las artes se ha presentado tanto en Rapa Nui como en Valparaíso, llevando nuestros paisajes y turismo hacia el extranjero dejando de lado los espacios controlados o de carácter más urbano.

“Este es un entrenamiento muy riguroso, casi deportivo para trabajar con la respiración y con un equipo médico, y moviendo los límites. El acto llamado “inmersión” duró nueve horas dentro de una caja en la Plaza de Valparaíso, demostrando que podemos llegar mucho más allá de lo que creemos” afirma.

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