Denuncian ante la Unesco que deterioro de Valparaíso vulnera DDHH: sería "un desplazamiento forzado"

Diego Álvarez Calvo

Periodista de contenido audiovisual

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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El abogado Juan Carlos Manríquez acusó ante la Unesco que el deterioro de Valparaíso es un ecocidio que vulnera los derechos humanos de sus habitantes. Según Manríquez, el ecocidio implica un deterioro grave e irrecuperable que obliga a la gente a abandonar el lugar donde eligieron vivir. Además, destacó que Chile tiene obligaciones internacionales al postular a Valparaíso como patrimonio cultural de la humanidad.

El abogado Juan Carlos Manríquez denunció ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) que el deterioro de Valparaíso es un ecocidio, lo que vulnera los derechos humanos de las personas que habitan la ciudad.

En conversación con el Expreso Bío Bío, Manríquez explicó que “la figura de ecocidio, si bien es una cuestión nueva que se está discutiendo, incluso, ante los comités respectivos de la asamblea de Estados parte de Naciones Unidas, la Corte Penal Internacional y la barra de la Corte, como una figura delictiva, en este caso está contemplada, a su vez, a nivel ambiental, en una mirada, ya sea eco-céntrica o antropocéntrica”.

“Como aquellas situaciones en que se produce un deterioro grave, expandido, que puede resultar irrecuperable, de las condiciones o elementos esenciales en los cuales se desarrolla una opción de vida, en este caso humana, o bien en el caso de la naturaleza”, agregó.

Un “desplazamiento forzado” en Valparaíso

En ese sentido, el abogado apuntó a que “cuando no se puede pertenecer ni quedarse en el lugar donde se ha elegido vivir en interrelación con la sociedad, la ciudad, la cultura, el patrimonio y los edificios que lo componen, que las personas habitan; y hay que moverse obligatoriamente porque el deterioro, la falta de cuidado, la delincuencia, y, en general, todas aquellas otras cuestiones que significan que ese sitio patrimonio de la humanidad, que está sujeto a una especial protección, se vaya deteriorando, incluso al nivel de perder dicha calidad, constituye, según el derecho internacional, un desplazamiento forzado”.

De esta manera, fuera del tema de carácter criminal, Manríquez habló “a propósito del control de las obligaciones internacionales de los Estados, como es las convenciones de protección del patrimonio, y el que Chile haya aceptado y postulado a Valparaíso como patrimonio cultural de propiedad de la humanidad toda, genera obligaciones, no sólo intenciones”.

Estas obligaciones, según dijo, “no se cumplen única y exclusivamente pidiendo más dinero, generando mesas, reuniones, actas, o visitas in loco en terreno, que poco o nulo efecto tienen en el poco tiempo”.

En medio de este escenario, son tres las medidas inmediatas que está pidiendo Manríquez a la Unesco.

1.- “Que se haga un acompañamiento activo (…) que se considere la voz de los vecinos”.
2.- “Que se genere una modificación en la Ley de Monumentos Nacionales y se establezcan obligaciones específicas de destitución de autoridades que no cumplen con el deber de cumplimiento”.
3.- “Que no sólo se le asigne más dinero, sino que se genere una directiva y una gobernanza con personas ad honoren (…) En la construcción de esta solución, día a día, se haga una actividad sistémica, no dejando sólo en manos de la autoridad política, como es la municipalidad, el GORE, el CORE u otros, estas decisiones, sino que tomándolas como lo que debe ser, como un lugar que puede atraer un pueblo de desarrollo, como siempre lo ha sido, cultural, universitario, económico”.

Revisa todos los detalles en la entrevista completa.

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El abogado Juan Carlos Manríquez acusó ante la Unesco que el deterioro de Valparaíso es un ecocidio que vulnera los derechos humanos de sus habitantes. Según Manríquez, el ecocidio implica un deterioro grave e irrecuperable que obliga a la gente a abandonar el lugar donde eligieron vivir. Además, destacó que Chile tiene obligaciones internacionales al postular a Valparaíso como patrimonio cultural de la humanidad.

El abogado Juan Carlos Manríquez denunció ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) que el deterioro de Valparaíso es un ecocidio, lo que vulnera los derechos humanos de las personas que habitan la ciudad.

En conversación con el Expreso Bío Bío, Manríquez explicó que “la figura de ecocidio, si bien es una cuestión nueva que se está discutiendo, incluso, ante los comités respectivos de la asamblea de Estados parte de Naciones Unidas, la Corte Penal Internacional y la barra de la Corte, como una figura delictiva, en este caso está contemplada, a su vez, a nivel ambiental, en una mirada, ya sea eco-céntrica o antropocéntrica”.

“Como aquellas situaciones en que se produce un deterioro grave, expandido, que puede resultar irrecuperable, de las condiciones o elementos esenciales en los cuales se desarrolla una opción de vida, en este caso humana, o bien en el caso de la naturaleza”, agregó.

Un “desplazamiento forzado” en Valparaíso

En ese sentido, el abogado apuntó a que “cuando no se puede pertenecer ni quedarse en el lugar donde se ha elegido vivir en interrelación con la sociedad, la ciudad, la cultura, el patrimonio y los edificios que lo componen, que las personas habitan; y hay que moverse obligatoriamente porque el deterioro, la falta de cuidado, la delincuencia, y, en general, todas aquellas otras cuestiones que significan que ese sitio patrimonio de la humanidad, que está sujeto a una especial protección, se vaya deteriorando, incluso al nivel de perder dicha calidad, constituye, según el derecho internacional, un desplazamiento forzado”.

De esta manera, fuera del tema de carácter criminal, Manríquez habló “a propósito del control de las obligaciones internacionales de los Estados, como es las convenciones de protección del patrimonio, y el que Chile haya aceptado y postulado a Valparaíso como patrimonio cultural de propiedad de la humanidad toda, genera obligaciones, no sólo intenciones”.

Estas obligaciones, según dijo, “no se cumplen única y exclusivamente pidiendo más dinero, generando mesas, reuniones, actas, o visitas in loco en terreno, que poco o nulo efecto tienen en el poco tiempo”.

En medio de este escenario, son tres las medidas inmediatas que está pidiendo Manríquez a la Unesco.

1.- “Que se haga un acompañamiento activo (…) que se considere la voz de los vecinos”.
2.- “Que se genere una modificación en la Ley de Monumentos Nacionales y se establezcan obligaciones específicas de destitución de autoridades que no cumplen con el deber de cumplimiento”.
3.- “Que no sólo se le asigne más dinero, sino que se genere una directiva y una gobernanza con personas ad honoren (…) En la construcción de esta solución, día a día, se haga una actividad sistémica, no dejando sólo en manos de la autoridad política, como es la municipalidad, el GORE, el CORE u otros, estas decisiones, sino que tomándolas como lo que debe ser, como un lugar que puede atraer un pueblo de desarrollo, como siempre lo ha sido, cultural, universitario, económico”.

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