Sensación de placer y cuestión cultural: nutrióloga explica por qué siempre hay espacio para el postre
Diego Álvarez Calvo

Periodista de BBTV

visitas

Ética y transparencia de BioBioChile

VER RESUMEN

Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Un estudio del Instituto Max Planck para la Investigación del Metabolismo en Alemania reveló por qué casi siempre "queda espacio" para el postre tras una comida, explicando que las células nerviosas responsables de la sensación de saciedad también generan el deseo de consumir algo dulce. La académica Verónica Irribarra explicó que, aunque el estómago adulto tiene capacidad, a menudo no somos conscientes de cuánto realmente estamos satisfechos. Además, mencionó que la cultura y el placer asociado a los alimentos dulces influyen en esa sensación de siempre tener un espacio para el postre.

Un reciente estudio del Instituto Max Planck para la Investigación del Metabolismo, ubicado en Alemania, explicó por qué casi siempre “queda espacio” para comer postre luego de una comida.

Los investigadores sostienen que las denominadas células nerviosas, las mismas que generan la sensación de estar satisfecho/a, también producen las ganas de querer comer, especialmente algo dulce, tras una comida, aunque esta sea completa.

Ante esta situación, la académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica y nutrióloga de UC Christus, Verónica Irribarra, conversó con el Expreso Bío Bío y sostuvo que “siempre hay quienes dicen que hay un espacio especial para el postre y que cabe un poquito más”.

“La verdad es que, físicamente, sí cabe, porque el estómago de un individuo adulto tiene una capacidad bastante importante”, agregó.

Sin embargo, planteó que “nosotros acostumbramos a comer ciertas porciones de comida con las cuales nos sentimos satisfechos. El punto es que, a veces, no somos conscientes de cuál es esa medida interna en que nosotros percibimos esa satisfacción”.

Casi siempre hay espacio para el postre: algo cultural y placentero

En cuanto a las razones para casi siempre tener espacio para el postre, la entrevista señaló que hay una cuestión cultural. En ese sentido, ejemplificó con situaciones cotidianas, como cuando una madre le dice a su hijo que no puede dejar nada en el plato, mientras come.

“Uno empieza a perder esa capacidad de saber si realmente estoy satisfecho, tengo hambre, o no. _Eso es algo bastante común”, dijo.

Por otro lado, agregó que “tenemos la sensación de placer que nos da consumir algo dulce”. Lo anterior sería algo a lo que apelan múltiples fabricantes de alimentos.

“Actualmente, cuando uno compra alimentos ultraprocesados, galletas hechas en el supermercado… Esos alimentos tienen jarabe de maíz, no tienen azúcar. El jarabe de maíz es muy potente en estimular esas partes del cerebro que nos dan placer”, manifestó Irribarra.

Revisa todos los detalles en la entrevista completa.

LO MÁS VISTO