Neuróloga explica cómo tratar la discalculia: "Puede repercutir más allá de la sala de clases"

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Es una de las asignaturas que nos acompaña desde que entramos al colegio hasta incluso en la educación superior con ciertas carreras, hablamos de las matemáticas que con sus operaciones y cálculos representan una de las clases donde más se requiere el pensamiento y tomar atención.

La discalculia es considerada “la dislexia de los números” y en ese sentido viene a ser una de las razones principales para quienes se les hace más difícil estudiar matemáticas, sin embargo este trastorno del aprendizaje no afecta solo dentro del aula de clases y repercute además en el diario vivir y la planificación.

Bajo esa línea, conversamos con la neuróloga de la Clínica Las Condes, la doctora Evelyn Benavides.

Trastorno del aprendizaje

“La discalculia se inicia en la infancia y es en realidad un trastorno en desarrollo que afecta la adquisición de conocimientos numérico, la comprensión, el aprendizaje, realizar operaciones matemáticas, calcular tiempos”, explicó la profesional.

Asimismo, indicó: “Lo que falla en el cerebro es la posibilidad de organizar el tiempo y los factores que tienen que ver con el orden numérico. Los que no son solo en las operaciones aritméticas si no que también es calcular cuanto me voy a demorar, cuanto me falta para hacer algo”.

Son repercusiones más allá del aula de clases si no decisiones cotidianas que uno toma en la vida. Ya en segundo básico los niños deberían tener las competencias suficientes para hacer operaciones aritméticas sencillas de dos dígitos, ya ahí se empieza a notar”, persistió.

Según la profesional, en la actualidad se calcula que entre un 3% y un 7% de la población mundial sufre de discalculia y para llegar al diagnóstico se deben realizar una serie de procedimientos antes. “Tiene que ver con la pesquisa y que no esté asociado a algo más, puede relacionarse al síndrome de déficit atencional”.

“Hay que hacer una evaluación neuropsicológica con test para ver que no haya otras áreas del aprendizaje y el comportamiento no estén alteradas”, complementó.

Sin embargo, la neuróloga enfatizó en que la discalculia debe tratarse desde edad temprana: “Son niños que se les hace hacer líneas de tiempo, escribir el nombre de los números, les cuesta las reglas numéricas de las formulas y generalmente tienen que tenerla escritas”.

“A medida que logremos que este trastorno en desarrollo vaya supliendo con estrategias lo que nos faltó genéticamente pueden llegar a un nivel sumamente alto del manejo de las matemáticas”, cerró.

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Es una de las asignaturas que nos acompaña desde que entramos al colegio hasta incluso en la educación superior con ciertas carreras, hablamos de las matemáticas que con sus operaciones y cálculos representan una de las clases donde más se requiere el pensamiento y tomar atención.

La discalculia es considerada “la dislexia de los números” y en ese sentido viene a ser una de las razones principales para quienes se les hace más difícil estudiar matemáticas, sin embargo este trastorno del aprendizaje no afecta solo dentro del aula de clases y repercute además en el diario vivir y la planificación.

Bajo esa línea, conversamos con la neuróloga de la Clínica Las Condes, la doctora Evelyn Benavides.

Trastorno del aprendizaje

“La discalculia se inicia en la infancia y es en realidad un trastorno en desarrollo que afecta la adquisición de conocimientos numérico, la comprensión, el aprendizaje, realizar operaciones matemáticas, calcular tiempos”, explicó la profesional.

Asimismo, indicó: “Lo que falla en el cerebro es la posibilidad de organizar el tiempo y los factores que tienen que ver con el orden numérico. Los que no son solo en las operaciones aritméticas si no que también es calcular cuanto me voy a demorar, cuanto me falta para hacer algo”.

Son repercusiones más allá del aula de clases si no decisiones cotidianas que uno toma en la vida. Ya en segundo básico los niños deberían tener las competencias suficientes para hacer operaciones aritméticas sencillas de dos dígitos, ya ahí se empieza a notar”, persistió.

Según la profesional, en la actualidad se calcula que entre un 3% y un 7% de la población mundial sufre de discalculia y para llegar al diagnóstico se deben realizar una serie de procedimientos antes. “Tiene que ver con la pesquisa y que no esté asociado a algo más, puede relacionarse al síndrome de déficit atencional”.

“Hay que hacer una evaluación neuropsicológica con test para ver que no haya otras áreas del aprendizaje y el comportamiento no estén alteradas”, complementó.

Sin embargo, la neuróloga enfatizó en que la discalculia debe tratarse desde edad temprana: “Son niños que se les hace hacer líneas de tiempo, escribir el nombre de los números, les cuesta las reglas numéricas de las formulas y generalmente tienen que tenerla escritas”.

“A medida que logremos que este trastorno en desarrollo vaya supliendo con estrategias lo que nos faltó genéticamente pueden llegar a un nivel sumamente alto del manejo de las matemáticas”, cerró.