¿Existe relación entre lo que comemos y nuestro estado de ánimo? En una nueva edición de Entrevistas Bío Bío Tv, se le preguntó a Alonso Hernández, quien es profesor asistente de la Universidad de Talca y tiene un diplomado en psiconutrición.
“Hay numerosos estudios que hablan sobre la relación directa que existe entre el estado de ánimo y el consumo de algunos alimentos en particular” Planteó Hernández.
El profesor hizo referencia a que este tema se ha estudiado hace mucho tiempo, pero que actualmente está teniendo más relevancia debido al aumento de enfermedades psicológicas.
¿Desde donde provienen las enfermedades?
Según el diplomado en psiconutrición, “todas las enfermedades provienen desde el intestino, ya que el sistema digestivo se encuentra inmerso en una red de tejido neuronal bastante amplia”.
Derribando mitos: ¿es cierto que algunos alimentos ayudan a mejorar el estado de ánimo?
Es común ver películas o situaciones cotidianas, en donde las personas que están atravesando por estrés, tristeza, ansiedad, etc. Se refugian en dulces como helados y chocolates. De acuerdo con Alonso, “eso es algo real. Los factores que intervienen en esas emociones y sensaciones de placer posterior a la ingesta de un alimento en particular, tiene que ver con elementos psicológicos, sociales y culturales”.
Lo anterior se explica con que “hay alimentos que posibilitan la liberación de neurotransmisores que entregan la sensación de placer”. Siguiendo con la idea, un ingrediente que posibilita dicha liberación es el azúcar. Sin embargo, “que nosotros lo utilicemos como estrategia para canalizar nuestras emociones, podría traer repercusiones para nuestra salud a largo plazo”.
¿Existen alimentos que causan depresión?
“Hay alimentos en particular que tienden a alterar el sistema nervioso central (SNC) y que repercuten en el estado de ánimo y la conducta de la persona”. Se puede encontrar en comidas ultra procesadas o coloquialmente conocidas como comida chatarra.
El consumo elevado de estos platos ultraprocesados puede traer consecuencias físicas y psicológicas para el organismo. En otras palabras, “cuando comemos comida chatarra, hacemos que el cuerpo libere más moléculas y producto de la ingesta de los alimentos, el estado de ánimo se ve alterado”.
“No me gusta encasillarlo en depresión porque pueden ser otros cuadros como estrés, irritabilidad, problemas del sueño, mal humor y poca paciencia” finalizó.
Comida chatarra en edad infantil:
Hernández sostiene que “son pocas las personas adultas, que se hacen cargo responsablemente del consumo de algunos alimentos de su hijo” además plantea el ejemplo de que actualmente las personas consumen más de la porción sugerida, “cuando se compra un paquete de galletas, no se consume una porción, sino que se comen todo el paquete”.
Los índices de sobrepeso infantil aumentan en el país, por lo que es necesario tener en cuenta la influencia que tienen en la alteración cerebral.
Es preocupante porque “las personas que consumen comida chatarra, dejan de lado alimentos que son necesarios para el organismo”.
Hipótesis que vinculan la alimentación con la salud mental:
Alonso propone que existen dos hipótesis que vinculan lo que comemos con nuestro estado de ánimo:
1.”Nivel alterado de azúcar en la sangre y como genera alteraciones en el sistema nervioso central”.
2.”Relación de la microbiota intestinal con el estado de salud”.
La segunda teoría afirma que “en el intestino hay bacterias positivas y negativas, encargadas de producir y estimular neurotransmisores que juegan roles claves en las sensaciones de placer y bienestar”. Es por ello que cuando las personas llevan una mala alimentación, “ocurre un desorden y se dejan más bacterias malas que buenas”. En consecuencia, “se altera la salud de las personas y es cuando se observan las características de cuadros de enfermedades mentales”.
¿Existen los súper alimentos?
“No existen alimentos que puedan generar un efecto por sí solo, eso seria marketing nutricional” afirma el profesor. Pero, menciona que “hay comida que tiene más nutrientes y beneficios que otros”.
Con respeto a los suplementos de vitaminas, Hernández plantea que se debe ver caso a caso para saber si son recomendables o no, pero afirma que “son buena alternativa para personas que tienen una alimentación selectiva, pero que jamás serán el reemplazo de algún alimento”.
Finalmente, si quieres obtener más información, te invitamos a ver la entrevista completa en Bío Bío Tv.