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El 26 de diciembre de 1815 asumió como gobernador Casimiro Marcó del Pont, quien sería el último representante del dominio español en Chile.
El último gobernador español
Marcó del Pont llegó a la hacienda de Pedro Prado Jaraquemada, en las cercanías de Santiago. Ese mismo día, el gobernador Mariano Osorio, acompañado por el cabildo en pleno, le entregó el bastón de mando.
Luego, ambos ingresaron a Santiago en medio de aclamaciones. Las tropas ocuparon la calzada, las casas lucieron adornos y la población se reunió para saludar a Osorio y al nuevo gobernador.
Tras asistir a un solemne tedeum en la catedral, Marcó del Pont se trasladó al Palacio de los Presidentes, donde recibió las felicitaciones oficiales y destacó por un trato afable y ceremonioso.
Desde el inicio marcó diferencias. Firmó sus comunicados con una extensa lista de títulos y honores, reflejo de su concepción del poder y la autoridad real.
A poco de asumir, envió espías a Mendoza para obtener información sobre el ejército que se organizaba para cruzar la cordillera y liberar Chile.
También ordenó reprimir a quienes participaron en el proceso independentista. Dispuso deportaciones a Juan Fernández y permitió abusos cometidos por el regimiento Talaveras de la Reina.
Su gobierno terminó el 12 de febrero de 1817, tras la derrota realista en la Batalla de Chacabuco. Intentó huir hacia el Perú, pero tropas patriotas lo capturaron cerca de El Quisco.
Luego lo trasladaron como prisionero a distintas ciudades de Argentina, donde murió en cautiverio en 1819.
En este video, Nibaldo Mosciatti narra la llegada y caída del último gobernador español.
