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El 25 de julio de 1959, el ingeniero británico Christopher Cockerell cruzó con éxito el canal de la Mancha a bordo del primer aerodeslizador, también conocido como Overcraft. Este vehículo se desplaza sobre un colchón de aire, lo que reduce la fricción con el suelo o el agua. El nombre proviene de las palabras “hover” (flotar) y “craft” (embarcación). El hito marcó el inicio de una nueva etapa en el transporte.
El ingeniero que revolucionó el transporte sobre agua y tierra.
Cockerell nació en Cambridge en 1910 y estudió ingeniería en la Universidad de Cambridge. Trabajó en la compañía Marconi y más tarde se dedicó a desarrollar tecnología de radio y transmisión. Tras dejar la empresa, adquirió un pequeño negocio de arriendo de barcos en Norfolk, donde comenzó a investigar formas de mejorar la velocidad de las embarcaciones. Fue allí donde ideó el principio del colchón de aire.
Su propuesta era canalizar aire alrededor del casco para crear una cortina de impulso, permitiendo que el vehículo se elevara completamente. Con materiales sencillos, como una aspiradora y latas, logró probar su teoría. En 1955 construyó un modelo funcional de madera de balsa y registró su primera patente con el número GB 854211. Sin embargo, no logró captar el interés de la industria privada.
Buscó entonces apoyo estatal, pero su invento fue declarado secreto por el gobierno británico, impidiendo su difusión. Recién en 1958, al conocerse desarrollos similares en Europa, se levantó la restricción. El primer prototipo a escala real, el SR-N1, fue presentado al año siguiente y alcanzó los 45 kilómetros por hora transportando a cuatro personas.
El 25 de julio de 1959, el aerodeslizador cruzó de Calais a Dover, consolidando su utilidad práctica. Christopher Cockerell continuó desarrollando mejoras al Overcraft y otras aplicaciones del colchón de aire, como el aerotren. Falleció el 1 de junio de 1999, como el ingeniero que revolucionó el transporte sobre agua y tierra.
En este video, Nibaldo Mosciatti nos cuenta la historia del ingeniero británico Christopher Cockerell, quien hizo flotar una nave sobre aire.