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Un día como hoy, pero en 1869, el químico francés Hippolyte Meche-Mourier patentó una sustancia grasa llamada óleo margarina. El invento fue una respuesta al desafío del emperador Napoleón III, que buscaba un reemplazo económico de la mantequilla para las tropas del imperio. La creación, conocida hoy como margarina, se convirtió en un alimento clave para las clases trabajadoras.
Una creación científica que comenzó como solución militar y terminó en millones de cocinas.
Meche-Mourier nació en 1817 en Trois-Guignan, Francia. Desde joven trabajó en una farmacia en París y publicó aportes a la química aplicada, entre ellos un medicamento contra la sífilis. Patentó tabletas efervescentes, técnicas de curtido de cuero con yema de huevo, refinación de azúcar y fórmulas para enriquecer el chocolate y el pan.
En 1855 desarrolló un método que aumentaba en un 14% la producción de pan con los mismos ingredientes. Este logro fue reconocido en Europa y en 1861 recibió la Legión de Honor. Más tarde, con Francia enfrentando escasez de mantequilla, el químico centró su trabajo en el desarrollo de grasas procesadas como alternativa.
En una granja de Vincennes, comenzó a experimentar con sebo de res y leche desnatada. El resultado fue una grasa blanda y estable a baja temperatura, similar en sabor a la mantequilla. El proceso fue detallado en solicitudes de patente, incluyendo etapas de fundido, prensado, blanqueo, y mezcla con caseína y colorante.
El 15 de julio de 1869 obtuvo la patente francesa de su invento, y en los años siguientes, logró registros en Inglaterra, Austria, Baviera y Estados Unidos. Aunque su intento de fundar una fábrica fracasó por la guerra franco-prusiana, su legado quedó marcado por haber creado la margarina. Falleció en 1880, a los 62 años.
En este video, Nibaldo Mosciatti no cuenta la historia de la margarina, una creación científica que terminó en millones de cocinas alrededor del mundo.