Efemérides: 16 de junio de 1783 desborde del río Mapocho

Gabriela Pulgar

Periodista BioBIoTV.

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Ética y transparencia de BioBioChile

El 16 de junio de 1783, el río Mapocho se desbordó con una fuerza que marcó un antes y un después en la historia de Santiago.

La joranda que dejó a la capital bajo el agua.

Originalmente, el Mapocho tenía dos brazos: uno seguía su recorrido actual y el otro pasaba por la Alameda.

Cada cierto tiempo, el río intenta recuperar ese antiguo cauce.
Ese año, se vivió una de las lluvias más intensas que haya registrado la capital.

El cronista Vicuña Mackenna lo documentó en su libro Historia de la Ciudad de Santiago.

Según él, desde mayo llovió sin tregua, y el 3 de junio comenzó una crecida que puso en alerta a toda la ciudad.

Para el 16 de junio, ya se contaban más de 200 horas seguidas de lluvia. El río estaba al borde del colapso y los antiguos tajamares no resistieron.

El agua arrastró ganado, árboles, casas y hasta cadáveres, mientras pasaba por el puente Cal y Canto.

Ese día, el Mapocho recuperó su antiguo camino y corrió por la actual Alameda. La ciudad quedó completamente inundada.

Se destruyeron más de 14 cuadras de malecones que habían costado una fortuna levantar.

La corriente arrasó la chacra de Balmaceda y la Quinta Alegre, donde hoy está Plaza Baquedano.

La Alameda se transformó en un río imposible de cruzar.
La avenida Santa María también fue muy afectada.
El agua entró por San Pablo, Rosas y Santo Domingo, llegando hasta el sector de Portales, hoy barrio Yungay.

El historiador Armando de Ramón agrega que los daños más graves se concentraron en el sector norte del río.
La zona de La Chimba, actual comuna de Independencia, fue la más afectada.

Allí, el agua destruyó quintas, ranchos y el convento de Carmen Bajo, que recién se había fundado en 1777. Las monjas tuvieron que evacuar el lugar por completo.
Recién en la mañana del 17 de junio cesó el temporal.
Entonces la ciudad pudo hacer un primer balance de los daños.

En este video, Nibaldo Mosciatti nos cuenta el día en que el río Mapocho volvió a ocupar su antiguo cauce y dejó a Santiago bajo el agua.

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El 16 de junio de 1783, el río Mapocho se desbordó con una fuerza que marcó un antes y un después en la historia de Santiago.

La joranda que dejó a la capital bajo el agua.

Originalmente, el Mapocho tenía dos brazos: uno seguía su recorrido actual y el otro pasaba por la Alameda.

Cada cierto tiempo, el río intenta recuperar ese antiguo cauce.
Ese año, se vivió una de las lluvias más intensas que haya registrado la capital.

El cronista Vicuña Mackenna lo documentó en su libro Historia de la Ciudad de Santiago.

Según él, desde mayo llovió sin tregua, y el 3 de junio comenzó una crecida que puso en alerta a toda la ciudad.

Para el 16 de junio, ya se contaban más de 200 horas seguidas de lluvia. El río estaba al borde del colapso y los antiguos tajamares no resistieron.

El agua arrastró ganado, árboles, casas y hasta cadáveres, mientras pasaba por el puente Cal y Canto.

Ese día, el Mapocho recuperó su antiguo camino y corrió por la actual Alameda. La ciudad quedó completamente inundada.

Se destruyeron más de 14 cuadras de malecones que habían costado una fortuna levantar.

La corriente arrasó la chacra de Balmaceda y la Quinta Alegre, donde hoy está Plaza Baquedano.

La Alameda se transformó en un río imposible de cruzar.
La avenida Santa María también fue muy afectada.
El agua entró por San Pablo, Rosas y Santo Domingo, llegando hasta el sector de Portales, hoy barrio Yungay.

El historiador Armando de Ramón agrega que los daños más graves se concentraron en el sector norte del río.
La zona de La Chimba, actual comuna de Independencia, fue la más afectada.

Allí, el agua destruyó quintas, ranchos y el convento de Carmen Bajo, que recién se había fundado en 1777. Las monjas tuvieron que evacuar el lugar por completo.
Recién en la mañana del 17 de junio cesó el temporal.
Entonces la ciudad pudo hacer un primer balance de los daños.

En este video, Nibaldo Mosciatti nos cuenta el día en que el río Mapocho volvió a ocupar su antiguo cauce y dejó a Santiago bajo el agua.