El 4 de abril de 188 d.C nace en Lugdunum, actual ciudad de Lyon en Francia, el emperador romano Caracalla.
Se llamaba Marco Aurelio Antonino pero fue apodado Caracalla porqué se vestía con una tunica galica que llevaba ese nombre y le entregó a los romanos el edificio más ambicioso de su época, justamente ese balneario más lujoso de ese entonces, las Termas de Caracalla en Roma.
No obstante, su padre Septimio Severo, fue uno de los gobernadores más crueles que vio el Imperio Romano y cuando se hizo emperador Lucio con solo 7 años de edad fue nombrado césar y por lo tanto sucesor.
Su padre le ordenó cambiar su nombre a Marco Aurelio Antonini y el año 198 d.C fue ascendido a Augusto. Ya en el año 211 se convirtió en emperador pero con su hermano Yeta y la relación entre ambos fue pésima.
Ese mismo año Caracalla resolvió liberarse definitivamente de su hermano y organizó una reunión con este junto a su madre con el pretexto de conciliarse. Una vez allí aparecieron varios centuriones que simplemente asesinaron a Geta cuando este intentaba esconderse en los brazos de su madre.
Tras eso Caracalla ordenó una purga de los seguidores de su hermano y según cuenta la leyenda el hecho provocó miles de muertes.
De ahí en adelante comenzó una carrera de corrupción, crueldades y crímenes, matando a cientos de personas solo para apoderarse de sus riquezas. Su reputación llegó más allá de Roma y en Alejandría organizó un matanza a gran escala solo por haber sido criticado en público.
Durante su mandato ordenó la publicación de la Constitución Antonina que concedía el derecho de ciudad a todos los súbitos libres de las provincias. Una medida que logró unificar a todos los pueblos al Imperio Romano y dejando al margen de la ciudadanía solo a las poblaciones rurales y los barbaros en las fronteras.
Su más grande legado fueron los baños de Caracalla que en su época fueron los más imponentes frente a los otros miles que habían en Roma, cubrían un espacio de más de 11 mil metros cuadrados y la sala principal era más grande que la actual Basílica de San Pedro.
Las termas estuvieron funcionando por 300 años hasta que en 1537 los acueductos fueron destruidos por los barbaros.
Caracalla, en tanto, solo disfrutó unos meses de la obra ya que esta fue terminada en 216 y en abril de 217 fue asesinado por sus propios guardaespaldas.