Efemérides: El 15 de marzo del año 415 es asesinada la filósofa, egipcio-romana Hipatia

visitas

El 15 de marzo del año 415 en Alejandría, Egipto, una turba cristiana alentada por San Cirilo asesinó con extrema crueldad a la filósofa, egipcio-romana Hipatia.

Este hecho marcó el ocaso de la cultura pagana en el mundo antiguo y la imposición por la violencia y el terror del cristianismo.

A comienzos del siglo 15 la Alejandría en Egipto seguía siendo famosa por su museo, su enorme biblioteca y sus grandes templos. Conocida por el cultivo del conocimiento se mantenía gobernada por un perfecto enviado por el Emperador de Constantinopla.

De modo no oficial gran parte de su gente obedecía a los dictados de su Obispo y patriarca cristiano. Desde que el emperador Teodosio Primero había proclamado al cristianismo como religión única del Imperio, el poder eclesiástico se instaló en las ciudades e iba asfixiando a quienes pensaban distinto, particularmente a los reductos del paganismo.

Tanto el clero como los monjes no vacilaban en promover violentos disturbios para demostrar su fuerza, destruir los templos de los infieles y acallar sus voces.

Quienes se negaban a convertirse a la fe dominante sufrían el asedio cristiano y en ese contexto se sitúa el martirio de Hipatia, cuya muerte ha sido vista como el fin de Alejandría como el antiguo centro de la ciencia, la cultura y el arte helenísticos.

    visitas

El 15 de marzo del año 415 en Alejandría, Egipto, una turba cristiana alentada por San Cirilo asesinó con extrema crueldad a la filósofa, egipcio-romana Hipatia.

Este hecho marcó el ocaso de la cultura pagana en el mundo antiguo y la imposición por la violencia y el terror del cristianismo.

A comienzos del siglo 15 la Alejandría en Egipto seguía siendo famosa por su museo, su enorme biblioteca y sus grandes templos. Conocida por el cultivo del conocimiento se mantenía gobernada por un perfecto enviado por el Emperador de Constantinopla.

De modo no oficial gran parte de su gente obedecía a los dictados de su Obispo y patriarca cristiano. Desde que el emperador Teodosio Primero había proclamado al cristianismo como religión única del Imperio, el poder eclesiástico se instaló en las ciudades e iba asfixiando a quienes pensaban distinto, particularmente a los reductos del paganismo.

Tanto el clero como los monjes no vacilaban en promover violentos disturbios para demostrar su fuerza, destruir los templos de los infieles y acallar sus voces.

Quienes se negaban a convertirse a la fe dominante sufrían el asedio cristiano y en ese contexto se sitúa el martirio de Hipatia, cuya muerte ha sido vista como el fin de Alejandría como el antiguo centro de la ciencia, la cultura y el arte helenísticos.