La PCR fue inventada por el premio Nobel Kary Banks Mullis, un químico estadounidense que había nacido en Lenoir en Carolina del Norte el 28 de diciembre de 1944.
Se crió en Columbia, Carolina del Sur y se licenció en Química en el Georgia Institute of Technology. El año 1966 se trasladó a California para estudiar bioquímica y en 1971 consigue un doctorado en la especialidad en la Universidad de Berkley.
A pesar de que Mullis se convirtió en un destacado representante de la comunidad científica también se vio envuelto en alguno que otro altercado. Siendo jefe en el laboratorio de síntesis de ADN en la Corporation Cetus, una de las primeras empresas de biotecnología en California, Mullis se ganó la fama por su comportamiento errático.
También se vio involucrado en algunas peleas con su entonces novia que a la vez era compañera de trabajo y casi llegó a las manos con otro compañero durante la fiesta de la empresa.
Fue en el año 1983 mientras trabajaba en dicha corporación, cuando consiguió la técnica de la PCR. La idea le vino a la mente mientras conducía su vehículo junto a su novia por las montañas del norte de California.
En principio la idea de fabricar millones de copias de un fragmento de ADN en forma rápida y sencilla era simple y tenía un inmenso potencial. No obstante, los obstáculos técnicos para conseguirlo eran numerosos.
Banks Mullis empleó polimerasas termoestables denominadas Tag, a elevadas temperaturas para hacer copias de ADN. Finalmente fueron dos de sus compañeros los que logran aislar el ADN de la polimerasa TAG en otoño de 1985.
En 1989 el proceso de PCR y la enzima ADN de polimerasa fueron nombrados por la revista Sciencie como molécula del año. Sin la técnica por la que Mullis ganó el Premio de Química en 1993, la genómica sencillamente no existiría.
Kary Banks Mullis fue muy excéntrico y se manifestó cuando relató cómo su abuelo recién fallecido se le había aparecido el año 1986, siendo no una vez si no varias.
De igual forma fue un defensor de las teorías conspirativas, negó la existencia del cambio climático y el agujero negro de la capa de Ozono llegando a decir que se trataban de campañas mediáticas con objetivo de favorecer a ciertos sectores.
En distintas ocasiones, reconoció ser un ferviente detractor del VIH, afirmando que no existía y que no era más invento de las farmacéuticas.
Para 1998 Mullis publicó su autobiografía en un libro llamado Bailando desnudo en el campo de la mente, donde hizo alarde de su carácter provocador y su posición tan alejada dentro del conservadurismo de la ciencia.
Falleció el 7 de agosto del 2019 debido a una neumonía en su casa de California.