Efemérides: El 2 de diciembre de 1970 se produce la expropiación de la Textil Bellavista Tomé

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El 2 de diciembre de 1970 el Gobierno de Salvador Allende usó por primera vez el decreto número 532 para expropiar empresas y esta fue la textil Bellavista Tomé, propiedad de Teófilo Yarur.

Con el triunfo de Allende en 1970, el gobierno de la Unidad Popular inició un proceso de regulación del mercado con la intención de estatizar la economía traspasando buena parte de las privadas al Estado.

Fue ese uno de los puntos del programa gubernamental que generó mayor fricción con la oposición y fue provocando un paulatino distanciamiento con la Democracia Cristiana.

El Gobierno postulaba tres áreas de la propiedad, una social, una mixta y una privada. La Unidad Popular aspiraba aumentar las propiedades sociales nacionalizando o estatizando empresas privadas.

Una vez instalado, el gobierno de Allende inició la adquisición de fabricas por parte del Estado y en algunos casos utilizó la expropiación a través del decreto con fuerza de Ley numero 520 del año 1932 que permitía bajo ciertos requisitos que una privada pasara a manos estatales sin pago.

En realidad lo que se usó fue un decreto el 1262 del 18 de noviembre de 1953 que contenía el texto refundido del decreto de 1932 y sus posteriores modificaciones. Fue ese aparataje legal que se usó por primera vez con la textil Bellavista Tomé.

Los orígenes de la empresa se remontan a 1865 cuando el empresario Guillermo Délano Ferguson creo la fábrica Paños Bellavista Tomé.

En 1879 fue adquirida por el alemán Augusto Kaiser justo en el momento que comenzaba la Guerra del Pacifico y obtuvo un contrato con el Estado para confeccionar los tejidos de los trajes de los soldados que iban a combatir.

A fines del siglo 19 la industria cambió varias veces de dueño hasta que en 1897 quedó en manos del empresario Carlos Berner donde la textil se amplió, modernizó su tecnología e incluso construyó una iglesia, un mercado, una escuela y viviendas para los trabajadores.

Para el año 1965 Bellavista Tomé celebró 100 años de su fundación bajo la propiedad de Teófilo Yarur, un empresario que al momento de adquirir la empresa en 1963 controlaba gran parte de la industria textil.

Durante 1970 la situación de la empresa era compleja y las pérdidas eran millonarias, además se produjeron paralización de los trabajadores siendo la del 11 de noviembre la que termina dando el argumento para la expropiación.

Ese 2 de diciembre de 1970 el gobierno de la Unidad Popular expropió Bellavista Tomé y el Banco del Estado le otorgó un crédito por 4 millones de escudos. Tras el golpe de Estado en 1973 la fábrica paso a manos de un interventor y en 1975 a una cooperativa de trabajadores.

Más tarde fue privatizada y la crisis económica de 1982 obligó a Bellavista Tomé a fusionarse con la textil Paños Oveja, surgiendo la empresa Bellavista Oveja Tomé.

La competencia internacional en china e india produjo que la situación no mejorara con los años y en 2007 se produjo el cierre definitivo de la empresa.

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El 2 de diciembre de 1970 el Gobierno de Salvador Allende usó por primera vez el decreto número 532 para expropiar empresas y esta fue la textil Bellavista Tomé, propiedad de Teófilo Yarur.

Con el triunfo de Allende en 1970, el gobierno de la Unidad Popular inició un proceso de regulación del mercado con la intención de estatizar la economía traspasando buena parte de las privadas al Estado.

Fue ese uno de los puntos del programa gubernamental que generó mayor fricción con la oposición y fue provocando un paulatino distanciamiento con la Democracia Cristiana.

El Gobierno postulaba tres áreas de la propiedad, una social, una mixta y una privada. La Unidad Popular aspiraba aumentar las propiedades sociales nacionalizando o estatizando empresas privadas.

Una vez instalado, el gobierno de Allende inició la adquisición de fabricas por parte del Estado y en algunos casos utilizó la expropiación a través del decreto con fuerza de Ley numero 520 del año 1932 que permitía bajo ciertos requisitos que una privada pasara a manos estatales sin pago.

En realidad lo que se usó fue un decreto el 1262 del 18 de noviembre de 1953 que contenía el texto refundido del decreto de 1932 y sus posteriores modificaciones. Fue ese aparataje legal que se usó por primera vez con la textil Bellavista Tomé.

Los orígenes de la empresa se remontan a 1865 cuando el empresario Guillermo Délano Ferguson creo la fábrica Paños Bellavista Tomé.

En 1879 fue adquirida por el alemán Augusto Kaiser justo en el momento que comenzaba la Guerra del Pacifico y obtuvo un contrato con el Estado para confeccionar los tejidos de los trajes de los soldados que iban a combatir.

A fines del siglo 19 la industria cambió varias veces de dueño hasta que en 1897 quedó en manos del empresario Carlos Berner donde la textil se amplió, modernizó su tecnología e incluso construyó una iglesia, un mercado, una escuela y viviendas para los trabajadores.

Para el año 1965 Bellavista Tomé celebró 100 años de su fundación bajo la propiedad de Teófilo Yarur, un empresario que al momento de adquirir la empresa en 1963 controlaba gran parte de la industria textil.

Durante 1970 la situación de la empresa era compleja y las pérdidas eran millonarias, además se produjeron paralización de los trabajadores siendo la del 11 de noviembre la que termina dando el argumento para la expropiación.

Ese 2 de diciembre de 1970 el gobierno de la Unidad Popular expropió Bellavista Tomé y el Banco del Estado le otorgó un crédito por 4 millones de escudos. Tras el golpe de Estado en 1973 la fábrica paso a manos de un interventor y en 1975 a una cooperativa de trabajadores.

Más tarde fue privatizada y la crisis económica de 1982 obligó a Bellavista Tomé a fusionarse con la textil Paños Oveja, surgiendo la empresa Bellavista Oveja Tomé.

La competencia internacional en china e india produjo que la situación no mejorara con los años y en 2007 se produjo el cierre definitivo de la empresa.