El 23 de noviembre de 1889 entró en funcionamiento la primera gramola o gramófono, también conocida como rocola, sinfonola o jukebox. Estamos hablando de esas máquinas tocadiscos que funcionaban con una moneda.
Esa primera gramola funcionó ese día en el Palais Royal Saloon de San Francisco en Estados Unidos. El primer aparato era una máquina tragamonedas conectada a 4 tubos similares a estetoscopios que servían para 4 personas que conectadas a un telégrafo eléctrico instalado dentro de un mueble de roble emitía sonido.
El artífice fue Louis Glass, gerente general de Pacific Phonograph Company que junto a su socio William Arnold habían obtenido un permiso para mostrar por primera vez una Nickel in the slot machine en ese restaurant.
La gente podía escuchar música justamente metiendo una moneda y colocándose en los oídos esa suerte de estetoscopio que servían solo para 4 personas.
Originalmente Louise Glass llamó la máquina “Nickel in the slot player”, por que funcionaba con una moneda de 5 centavos de dólar de esa época.
Fue todo un éxito por que en solo sus primeros 6 meses recolectó mil dólares de la época, esa primera maquina de disco fue construida por la Pacific Phonograph Company. Incluso se colocaban toallas para que los clientes pudiesen limpiar el extremo del tubo después de cada escucha.
El éxito significó el desuso de la pianola convirtiéndose en la forma más común de popularizar la música para los clientes que se amontonaba en las barras de las tabernas y las fuentes de soda.
Las primera máquinas comenzaron a ser producidas en masa ese año 1889 usando fonógrafos de cilindro para la reproducción de grabaciones. De comienzo solo tocaban una grabación sencilla de no más de dos minutos de duración.
Muy pronto fueron desarrollándose otros dispositivos capaces de permitir al cliente escuchar múltiples grabaciones. El año 1910 los fonógrafos de cilindro fueron reemplazados paulatinamente por los gramófonos , un tipo de fonografo que reproducía el sonido desde un disco.
Las grabaciones efectuadas en discos de pasta rígida de goma laca de 17 revoluciones por minuto fueron el medio a reproducir en las máquinas de disco y durarían hasta la aparición del vinilo.
El termino jukebox, “caja de distracción” estuvo en boga en los Estados Unidos en la década de 1930. Se presume que derivó de otro termino original derivado de la jerga afroamericana “juke”, que significaba baile.
Las gramolas fueron evolucionando hasta llegar a la época de gloria de la década de 1940, 1950 y 1960 con máquinas muy coloridas, llenas de dulces donde justamente introduciendo una moneda se podía escoger uno de entre decenas de discos para ser escuchados.
Algunos de esos aparatos fueron tan bien construidos que hoy día han sobrevivido y están en manos de museos o coleccionistas, y además siguen funcionando.