Cristóbal Marín va tras las huellas del desierto en "Atacama fantasma"

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En su premiado ensayo “Huesos sin Descanso”, Cristóbal Marín indagó en la Patagonia, cruzando personajes y mundos muy distantes.

Ahora aparece, tras cinco años de investigación y escritura, con “Atacama Fantasma”, un completo y complejo recorrido histórico, personal y antropológico por el desierto de Atacama.

“En ambos libros intento contar la historia del país articulando la memoria personal con la memoria colectiva”, dice, en conversación con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra en “Del Fin del Mundo”, de TV BioBio.

Ambos libros “se emparientan en el sentido que son el anti género: es a la vez ensayo personal, literario, incluidos datos autobiográficos, datos de viaje, radicalizando el ensayo”.

“El intento es recuperar distintas zonas del país, con historias que no han sido del todo narradas. El desierto de Atacama ha sido menos narrada aún”. Hay mucha información sobre algo que uno supone conocer, como las Momias chinchorros.
Está allí la idea de Borges del desierto como el laberinto perfecto.

Por sus páginas aparecen personajes, lugares e hitos tan diferentes como Diego de Almagro, Le Paige, Luis Emilio Recaberreen, Emilio Vaisse, Max Uhle; la Guerra del ’79, las salitreras. Hay científicos alemanes, ingleses.
“Lo que intento es recuperar el testigo”.

Y en ese sentido, él también lo es: desde Melipilla, viajó siendo muy joven al Norte. Y está todo tan ligado, como que su bisabuela había mandado construir un cine en sus tierras. “Cuando fui a Humberstone me llamó la atención el cine y la cancha de tenis. Y luego el teatro de Pisagua”.

La foto de la portada en sí misma encierra una increíble cantidad de sucesos, que incluye una visita a un Museo de Nueva York y ciertamente remite al siglo pasado.

A “Huesos sin descanso” y “Atacama Fantasma” pretende sumar otro libro, esta vez, sobre las cordilleras en Chile, formando así una trilogía del territorio, siempre en este mismo estilo.

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En su premiado ensayo “Huesos sin Descanso”, Cristóbal Marín indagó en la Patagonia, cruzando personajes y mundos muy distantes.

Ahora aparece, tras cinco años de investigación y escritura, con “Atacama Fantasma”, un completo y complejo recorrido histórico, personal y antropológico por el desierto de Atacama.

“En ambos libros intento contar la historia del país articulando la memoria personal con la memoria colectiva”, dice, en conversación con Ana Josefa Silva y Marco Antonio de la Parra en “Del Fin del Mundo”, de TV BioBio.

Ambos libros “se emparientan en el sentido que son el anti género: es a la vez ensayo personal, literario, incluidos datos autobiográficos, datos de viaje, radicalizando el ensayo”.

“El intento es recuperar distintas zonas del país, con historias que no han sido del todo narradas. El desierto de Atacama ha sido menos narrada aún”. Hay mucha información sobre algo que uno supone conocer, como las Momias chinchorros.
Está allí la idea de Borges del desierto como el laberinto perfecto.

Por sus páginas aparecen personajes, lugares e hitos tan diferentes como Diego de Almagro, Le Paige, Luis Emilio Recaberreen, Emilio Vaisse, Max Uhle; la Guerra del ’79, las salitreras. Hay científicos alemanes, ingleses.
“Lo que intento es recuperar el testigo”.

Y en ese sentido, él también lo es: desde Melipilla, viajó siendo muy joven al Norte. Y está todo tan ligado, como que su bisabuela había mandado construir un cine en sus tierras. “Cuando fui a Humberstone me llamó la atención el cine y la cancha de tenis. Y luego el teatro de Pisagua”.

La foto de la portada en sí misma encierra una increíble cantidad de sucesos, que incluye una visita a un Museo de Nueva York y ciertamente remite al siglo pasado.

A “Huesos sin descanso” y “Atacama Fantasma” pretende sumar otro libro, esta vez, sobre las cordilleras en Chile, formando así una trilogía del territorio, siempre en este mismo estilo.