Ética y transparencia de BioBioChile

En algún momento en Chile se hablaba del milagro chileno. 

El milagro chileno era, no es cierto, la economía, el Chile próspero, el desarrollo de la familia, con base en deuda, tarjetas de crédito, pero le hablaban del milagro chileno y usted lo Googlea y puede encontrar, se ha escrito, se han hecho documentales.

Pero yo creo que estamos en condiciones de decir que hay otro milagro chileno y que probablemente es muy nuestro, y es un milagro que se le va a tener que atribuir a la Contraloría General de la República, sin el ánimo de subir a los cielos a la Contraloría, pero sus actuaciones han generado un milagro. 

Han sanado, han recuperado gente enferma por meses, con licencia, con enfermedades de las que no conocemos la lista, porque eso es por los derechos. Es confidencial, pero yo me imagino alguna enfermedad muy dura para estar en cama.

O ya, digámoslo como son, directamente a algunos se les acabó la fiesta y se tienen que poner a trabajar.

Bueno, pero ese es el milagro. El milagro; yo quería decir que tal vez el milagro era la flojera. Recuperamos gente de la flojera que apareció a trabajar.

¿Por qué lo decimos? Sardónicamente lo estamos mencionando. Pero los datos que se han ido conociendo, ya algo había anunciado el Ministerio de Hacienda, que había cifrado también en números importantes.

De hecho, al inicio de agosto señalaba que bajaron las licencias en el mes de junio un 20%, esto en el sector público, particularmente, incluso en julio en un 30%. O sea, se enfermó mucha menos gente de la que se enfermaba comúnmente en nuestro país. 

Y ahora, el suceso de la Superintendencia de Seguridad Social señala que hay una caída efectiva en la emisión de licencias médicas en el mes de julio de un 19%.

Es decir, estos ya son datos concretos establecidos que la decisión de Pérez en la Contraloría General de la República de empezar a hacer el cruce de la información de las licencias médicas con viajes al extranjero, esto solo a nivel de funcionarios públicos, pero de viajes al extranjero, de idas a casinos, de idas a parques, de recreación, demostró al menos que varios se asustaron y no siguieron con este mismo mecanismo. 

Hoy día uno no puede decir que eso es así, por eso hablo de un segundo milagro, el milagro de la Contraloría, puertas adentro, de que recuperó a chilenos de la flojera que ahora volvieron a trabajar.

Ya no hay excusa de una licencia médica.

Yo creo que debería haber un mecanismo o algo para que devuelvan esas platas, (3:51) porque es superviolento cuando uno va al Compín y camina por ahí y conoce las historias de las 

personas que están reclamando su licencia y, en algunos casos, de cáncer, de operaciones que son traumatológicas, es decir, por ejemplo, pierna, brazo, que evidentemente no pueden trabajar, que deben estar en la casa, y resulta que el compín les rechaza sus licencias, que tienen que ir a justificar con documentos, ¿no es cierto?, a pelear, digámoslo así, a pelear la licencia.

Y hay otros frescos que se aprovechan, que vulneran el sistema, que misteriosamente les pagan las licencias y que le meten, le dan un manotazo al bolsón de plata, que es lo más social que tenemos porque básicamente todos contribuimos a ese bolsón para ayudarnos al que, ¿no es cierto?, está enfrentando una situación compleja; esa platita sale de ahí para poder pagar.

Qué grato sería si fuéramos honestos, chilenos honestos, que ninguna persona que está padeciendo un cáncer, que tuvo una operación compleja, alguna de sus extremidades, por ejemplo, quedarse en una cama, no poder moverse, es muy duro, no tenga que ir a pelear que le paguen la licencia.

Revisa el análisis completo en el video.