El 11 de agosto de 1983 se inició la cuarta jornada de protestas contra la dictadura cívico militar que gobernaba Chile. Se extendió por 2 días y culminó con la muerte de 29 personas.
En esos años, Chile atravesaba una compleja situación económica y hubo un aumento explosivo del desempleo y el endeudamiento, lo que provocó gran malestar en la ciudadanía.
La primera movilización ocurrió el 11 de mayo de 1983 y fue convocada por la Confederación de Trabajadores del Cobre junto a otros grupos de oposición.
La magnitud y fuerza del evento se replicó en las siguientes manifestaciones. En junio se registraron nuevas jornadas y los medios de comunicación estuvieron privados de informar.
Entre el 11 y 12 de agosto se llevó a cabo la cuarta movilización. Previamente, el Gobierno nombró a Sergio Onofre Jarpa como Ministro del Interior, quien anunciaba un diálogo con la oposición.
18 mil efectivos militares fueron sacados a las calles y hubo una brutal represión. El saldo final a nivel nacional fueron 29 muertos, 200 heridos y 1000 personas detenidas.
Hasta 1986 se registró una serie de protestas que fueron disminuyendo producto de la polarización que generó el ambiente de violencia.