Varias películas y novelas retratan la vida de una de las parejas de forajidos más famosa.
23 de mayo de 1934: ese día fueron asesinados Bonnie y Clyde, la dupla de forajidos más famosa de Estados Unidos y probablemente, del mundo.
Dos años antes, Clyde Barrow se inició como un atracador de bancos con una banda que él mismo reclutó en Dallas. Al poco tiempo, dos de sus secuaces (tras un intento fallido de robo) fueron detenidos; uno de ellos, era una joven de 21 años llamado Bonnie Parker.
Bonnie se casó a los 16 y cuando su marido entró a la cárcel por delitos menores, se enamoró perdidamente de Clyde, quien se declaró oficialmente como uno de los fugitivos más buscados tras asesinar a un pequeño propietario en el robo de un comercio.
Tras cumplir su condena, Bonnie y Clyde comenzaron su viaje por todo Estados Unidos, consolidando su mala fama tras asesinar a un sherif de Dallas. Por entonces, Estados Unidos no contaba con un gran sistema de inteligencia policial, donde muchos oficiales ganaban poco y usaban sus propios vehículos.
En 1933, se quedaron casi dos semanas en un pequeño escondite donde fueron sorprendidos por policías en un enfrentamiento donde terminaron dos policías muertos. Para ese entonces, la pareja se convirtió en una celebridad cultural mientras realizaban atracos por el sur profundo del país.
Durante otro enfrentamiento, Bonnie y Clyde fueron heridos de gravedad, aunque lograron escapar del lugar pese a todo. Sin embargo, tras una seguidilla de asesinatos contra personas inocentes, la opinión pública les dio la espalda.
El amanecer del 23 de mayo, tras una parada corta de dos días, Bonnie y Clyde siguieron con su fuga en su “Ford” robado con más de una decena de armas. La policía, esta vez, disparó a matar: no era su intención atraparlos. El vehículo terminó con 167 agujeros de bala; Bonnie Parker recibió más de 50 proyectiles, y Clyde Barrow, unos pocos más. Terminaba así, la fuga más famosa de ese entonces.