El 4 de noviembre de 1881 comenzó el último gran levantamiento Mapuche contra las fuerzas militares chilenas que estaban en el denominado proceso de pacificación de la Araucanía.
Tras la independencia de Chile en 1818 la zona sur se encontraba en una situación distinta a la del territorio central, hubo muchos bandoleros formados por grupos prófugos de soldados que asolaban las haciendas.
Además los dirigentes de Concepción se revelaron con las autoridades centrales en 1851 y 1859. Se cuenta que distintos grupos mapuches apoyaron esa revolución en beneficio propio.
En 1861 Cornelio Saavedra propone un plan de pacificación que consiste en la construcción de una línea de fortificación en el río Malleco, modificando la frontera que llegaba al río Biobío, generando nuevos conflictos.
Otra de las razones fue la aparición de Orélie Antoine de Tounens, el francés que es proclamado rey de la Araucanía en 1861. Lo que causa un temor de una posible alianza de Francia con las tribus.
Cornelio Saavedra inicia la campaña en 1862, fortificando Mulchén, Negrete, Angol y Lebu. Durante 1867, Saavedra trata de hablar con los lonco mapuches por medio de un parlamento en el rio Quillén donde solo acude un lonco como emisario mapuche.
A pesar de que los mapuches convocaron un parlamento en Quechereguas en marzo de 1868 para determinar su posición, las diferencias de opinión que allí se edificaron no permitieron llevar a cabo una política común.
Eso debilitó la rebelión que emprendió el cacique Quilapán que inició las hostilidades con un malón al Fuerte Chiguay en abril de 1868.
En el parlamento presidido por Venancio Coñoepán en marzo de 1861 los mapuches nuevamente fueron incapaces de ponerse de acuerdo en un plan de resistencia común, lo que cambia después de que el Coronel Gregorio Urrutia lanzara un ataque preventivo que le costó la vida a varios loncos el 22 de abril de 1881.
Ese hecho fue el catalizador de una unión para iniciar el denominado gran levantamiento. El plan mapuche liderado por Miyapan tenía previsto realizar una ataque generalizado a todos los fuertes de la Araucanía el 5 de noviembre, para después arrasar toda la línea del Malleco y zonas del norte del río Biobío.
Sin embargo, no todos estuvieron de acuerdo y el lonco Coñoepán buscó refugio y se entregó en el Fuerte Ñielol junto a 60 jinetes.
En efecto el día 4 de noviembre se produjeron en simultaneo varios ataques indígenas a las plazas de Temuco, Lumaco y el Fuerte Ñielol donde mueren varios colonos.
El 5 de noviembre a las 8 de la mañana asaltaron Lumaco y al día siguiente renovaron el ataque en otras zonas y el 10 de noviembre irrumpieron en Temuco.
La revuelta amplia que involucró también alzamientos en la zona de Arauco se saldó con la muerte de muchos colonos y soldados del ejercito chileno y cientos de mapuches.
Finalmente ese alzamiento, la última gran sublevación mapuche fue rechazada y el ejercito chileno finalizó su campaña simbolizada en la ocupación y reconstrucción de Villarrica en 1883.
Eso marcó el fin de la sublevación mapuche iniciada ese 4 de noviembre de 1881.